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Tragedia ambiental: un nevado que está a punto desaparecer en Colombia producto del cambio climático

De 1986 al 2020, este ecosistema ha sufrido un alarmante deshielo glaciar, que amenaza con acabar con este hábitat de alta montaña.

Foto tomada entre 2021 y 2023 sobre el deshielo del Nevado de Santa Isabel.
IDEAM Foto tomada entre 2021 y 2023 sobre el deshielo del Nevado de Santa Isabel.

Una verdadera tragedia ambiental a causa del cambio climático está afectando directamente a los nevados colombianos que están experimentando un deshielo crónico, terminará por arrasar con este ecosistema de alta montaña. El Nevado de San Isabel está a punto de desaparecer, según evidenció en una investigación Parques Nacionales Naturales de Colombia.

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Según el IDEAM, hacia 1960 el glaciar del Nevado del Quindío desapareció. Entre 1850 y 2021 los nevados del Ruiz y Tolima perdieron más del 80 por ciento de su glaciar, al pasar de 47,5 km2 a 7,96 km2 y de 8,6 km2 a 0,50 km2, respectivamente. Y hoy, al Nevado de Santa Isabel, solo lo cubre alrededor del 1 por ciento de glaciar de lo tenía en 1950. Las fotos de su desaparición

En solo cien años, entre 1850 y 1950, el Nevado de Santa Isabel perdió las dos terceras partes de su glaciar y el deshielo de lo que quedaba se aceleró a partir de la década de los noventa. Guido Fernández, un veterano guardaparques que ingresó en 1984 a Parques Nacionales Naturales y que se conoce al parque Los Nevados como la palma de su mano, recuerda “la primera vez que ascendí al nevado de Santa Isabel fue a inicios de 1984, meses antes de que ocurriera la erupción del nevado del Ruíz, en esa época era una hazaña bastante difícil porque acá, al país, no se encontraba el equipo de montaña adecuado. La subida comenzaba desde la laguna del Otún. Teníamos una ruta por el sector de La Somadera y cogíamos hacia las lagunas, la de Víctor, la del Corazón y la Mariposa, en la parte alta y de ahí comenzábamos el ascenso”.

Al pisar por primera vez el glaciar del Santa Isabel, Guido no pudo contener la emoción por lo que sentía y veía. “El glaciar era espectacular – cuenta –, era una sola mancha gigantesca que comenzaba más o menos a los 4.800 metros de altura y tenía unas capas gruesísimas y muy compactas. Ver esa majestuosidad era muy espectacular porque sus tres domos eran hermosos y ondulados y una solo veía una mancha continua de hielo”.

Milton, otro guardaparques que entró a Parques Nacionales Naturales diez años después de Guido y que también ha recorrido toda el área protegida de Los Nevados, cuenta que en 1995 “las tres cumbres, la norte, la norte y la sur estaban cubiertas por una capa de capa de glaciar. Si uno subía por el sector de La Conejera (en la parte norte del nevado) al glaciar lo bordeaban unas lagunas muy lindas del retroceso del glaciar. Hoy casi nada queda de eso”.

Según el IDEAM, la aceleración del deshielo comenzó en la década de los 90 y se agudizó en los últimos siete años. Guido también tiene presente cuando el Nevado Santa Isabel comenzó a cambiar de manera drástica:

“Estábamos en la laguna del Otún, eso era por ahí en 1996, y en uno de los recorridos por los sectores aledaños pudimos observar que entre la zona norte y la centro se empezó a ver una mancha negra grande. Desde ahí inició el proceso de descongelamiento de la zona norte que con el tiempo se incrementó. Se formaron unas cavernas en ciertos sectores y aparecieron muchas más corrientes de agua que alimentaban, por ejemplo, la cascada de Alsacia. Ahora hay una separación muy grande entre los glaciares de los picos norte, centro y sur”.

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De acuerdo con el IDEAM, de ese gran glaciar que cubría al Nevado Santa Isabel en 1959, en 2020 sólo quedaban ocho pequeños glaciares: El Hongo, Conejeras, Cuadrado, Escondido, Otún Norte y Otún Sur. En 2022 estos dos últimos desaparecieron.

Un nevado que está a punto desaparecer en Colombia producto del cambio climático

De acuerdo con los expertos, el rápido deshielo de Santa Isabel se debe al calentamiento global y a la actividad volcánica del Ruiz. La caída de ceniza y lapilli de este volcán, afirma un estudio del IDEAM, “disminuye la capacidad del glaciar para reflejar la energía incidente, acelerando el derretimiento por medio de la acumulación de energía. Este proceso ha sido tan acelerado y notorio que en menos de diez años el nevado ha dejado de ser una sola masa continua y actualmente se compone de ocho fragmentos separados”.

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En conclusión, el glaciar del Santa Isabel en muy corto tiempo desaparecerá y es probable que el actual fenómeno de El Niño acelere este destino y lleve a su extinción al glaciar Conejeras. Una mala noticia, inevitable a estas alturas. Sin embargo, dejando a un lado el alarmismo, el fin de “las nieves perpetuas” estará acompañado de nuevos procesos ambientales. A la desaparición del glaciar le seguirá el avance de los ecosistemas de superpáramo y páramo, tal y como sucedió con el nevado del Quindío que ahora es un páramo.

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