El Gobierno Nacional y el Estado Mayor Central, la principal disidencia de las extintas FARC, acordaron instalar una mesa de diálogos en una fecha y lugar aún por definir, pero que supondrá también el comienzo de un nuevo cese al fuego, anunciaron el sábado 2 de septiembre las dos partes tras una reunión en el departamento del Cauca.
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“La delegación del Gobierno Nacional en representación del Estado Colombiano y la del Estado Mayor Central de las FARC-EP, en desarrollo de la fase preliminar instalaremos la Mesa de Diálogos con toda su arquitectura jurídica, política, y presencia de la comunidad internacional como garantes y acompañantes”, anunciaron en un comunicado conjunto.
El acuerdo ha sido alcanzado en una zona rural del municipio de Suárez (Cauca), donde las dos delegaciones llevan reunidas desde el jueves para justamente trazar el camino hacia esta mesa de diálogos, que aún no tiene fecha ni lugar.
Las dos partes se volverán a reunir el 17 de septiembre “para evaluar, hacer seguimiento y ajustar los compromisos adquiridos de generación de confianzas y anunciar la fecha de instalación de la mesa de diálogos de paz”.
Se trata del segundo anuncio que se hace de este tipo, pues en abril, tras una reunión con campesinos en los llanos del Yarí (Caquetá), las disidencias ya pusieron fecha para comenzar los diálogos, aunque nunca se llegó a concretar y las acciones violentas del EMC, que incluyeron el asesinato de cuatro niños indígenas, dificultaron el camino.
Hacia el cese al fuego
Este asesinato provocó que el Gobierno colombiano rompiera el cese al fuego bilateral fijado desde enero en cuatro departamentos, que se acabó en junio sin ser renovado, y desde entonces el EMC ha reforzado sus acciones violentas sobre todo contra la fuerza pública en el suroeste del país.
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Ahora las dos delegaciones tratan de buscar cómo volver a pactar un cese al fuego bilateral y los “protocolos de respeto a la población” que cuenten con mecanismos de monitoreo y que se pueda firmar cuando se instale la mesa para que ya esté vigente desde el inicio de las conversaciones, según el comunicado.
“El Cese al Fuego Bilateral tendrá como objetivo reducir la confrontación y la violencia, aplicación del DIH” así como acciones que permitan la participación de la sociedad en los diálogos, minimizar riesgos para la población civil y para integrantes de las dos partes.
Pero mientra tanto, las partes “se reservan su legítimo derecho a la defensa y mantendrán sus propias medidas de seguridad y acciones necesarias en el marco de respeto al DIH”, apuntó el comunicado.
También están trabajando en una preagenda de lo que se tratará en la mesa de diálogos que cuente con participación ciudadana.
Por otro lado, las dos partes acordaron desarrollar ocho misiones de verificación en varios departamentos para “formular recomendaciones de aplicación del Derecho Internacional Humanitario (DIH)”.
Se trata de la segunda mesa de diálogos con un grupo armado que instala el Gobierno, después de que retomara las conversaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y lo hará ahora con el EMC, un grupo de unos 3.000 integrantes divididos en varios frentes y comandado por “Iván Mordisco”, quien no firmó la paz de 2016 y siguió en la clandestinidad.