Este jueves 17 de agosto, el exjefe paramilitar Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, participó de manera presencial en el Encuentro por la verdad para la no repetición, el segundo de este tipo que se realiza en el año.
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En el marco de la agenda de No repetición, el Ministerio de Relaciones Exteriores programó este encuentro que fue liderado por el canciller Álvaro Leyva Durán y la encargada de la Unidad para asuntos de no repetición de la Cancillería, Helena Urán Bidegain.
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Al evento asistieron representantes de la comunidad internacional y del cuerpo diplomático acreditado en Colombia, así como organizaciones de la sociedad civil y del Gobierno Nacional.
El exjefe paramilitar fue trasladado a Bogotá desde su lugar de reclusión en la cárcel de Itagüí, para que de manera presencial declarara y pidiera perdón a sus víctimas desde el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.
Entre lágrimas, ‘Macaco’ dijo: “Quiero pedirle perdón a mis hijos, nietos, hermanos y a mis padres, a quienes vi morir detrás de las rejas”.
Luego aseguró que “siempre creí en la paz y por eso fui un líder natural en el proceso”.
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Más temprano, al inicio de su declaración, ‘Macaco’ aseguró que “el Gobierno con el pactamos la paz no cumplió con la no extradición” y terminó en Estados Unidos pagando una condena de más de 30 años por narcotráfico.
Según su versión, esa fue la excusa del Gobierno de turno (el de Álvaro Uribe con el que se pactó la Ley de Justicia y Paz) para que los exjefes paramilitares no contaran la verdad en el país.
“El gobierno con el que habíamos pactado la paz no cumplió con su compromiso de no extradición, siendo enviados al exterior los máximos comandantes, entre ellos yo, para así callar la verdad de la cual somos portadores”, indicó.
“Reconozco con dolor y arrepentimiento que me equivoqué al haber empuñado las armas, pero no me arrepiento de haberlas dejado (...) Estoy plenamente convencido que la única salida que existe es la verdad, el perdón y la no repetición”, dijo.
También pidió perdón especial al canciller Álvaro Leiva, pues reconoció que durante el conflicto lo declararon objetivo militar a él, al senador Iván Cepeda y al hoy presidente, Gustavo Petro.
Finalmente, solicitó de manera formal que lo dejaran ingresar a la JEP para continuar aportando a la verdad.