Una noche complicada ha tenido Daniel Sancho, el chef español acusado de asesinar y desmembrar al cirujano colombiano Edwin Arrieta. El hombre de 29 años permanece en una cárcel de Tailandia, como era de esperarse, la estadía del cocinero español, no ha sido la mejor y ha tenido que pedir medicación para el estrés. Actualmente permanece en la unidad hospitalaria.
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De la prisión se dio a conocer que no tiene camas, el agua es escasa y a los prisioneros les dan huesos de pollo para desayunar en la cárcel de Samui, en el país asiático.
Medicado y con estrés: así fue la noche de Daniel Sancho quien desmembró a cirujano Edwin Arrieta
Tras pasar su segunda noche en el centro penitenciario de Samui, la actitud relajada de Daniel Sancho ha comenzado a desvanecerse. El director del centro penitenciario al que ingresó el lunes, dijo al canal Telecinco de España que lo ha notado nervioso, algo que ha atribuido al proceso de adaptación a las condiciones del presidio que no son las mejores.
El funcionario ha confirmado que los internos “no tienen camas sino algunas colchonetas” para descansar. En el caso del español, agregó, ni siquiera se ha integrado a la dinámica del centro, pues permanece un espacio de aislamiento, aunque tampoco está solo, pues hay otros cinco reclusos. Asimismo, confirmó que Sancho ha hecho tres peticiones: comida, medicinas y una llamada con su familia.
La teoría policial reveló que el español no consideró en su plan criminal el riesgo de enfrentarse con la pena de muerte, el castigo más severo que contempla el Código Penal de ese país para los autores de delitos graves. La pena de muerte es algo que preocupa al hijo de 29 años del actor Rodolfo Sancho, pues en declaraciones a Telecinco pidió “mover cielo y tierra” para conseguir que sea entregado a España.
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Una de las principales incógnitas, del caso de Daniel Sancho y Edwin Arrieta es el móvil del crimen. La Policía va a acusar al hijo de Rodolfo Sancho de asesinato premeditado, ya que aseguran tener pruebas más que suficientes, entre las que se puede encontrar una posible causa económica.
Aunque ha habido varias teorías al respecto, uno de los detalles que más impacto está teniendo en la investigación es el hallazgo de 80.000 dólares en efectivo y una cadena de oro en la habitación donde presuntamente se cometió el crimen.