Desde la petrolera brasileña Petrobras le estuvieron poniendo atención a lo que decía el presidente Gustavo Petro en la Cumbre de la Amazonía y de inmediato plantearon su posición sobre una de las propuestas del mandatario colombiano.
El presidente de la petrolera, Jean Paul Prates, aseguró que la idea de que los países de la Amazonía suspendan la exploración de hidrocarburos no cuenta con consenso ni en el país de Petro.
“Lo que se observa en los debates locales es que la propuesta no adquirió madurez para ser presentada como ítem de compromiso internacional ni siquiera en la propia Colombia y mucho menos extendida a los países vecinos”, indicó el presidente de la mayor empresa de Brasil.
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Prates o se quedó ahí y citó un estudio colombiano en el que concluyen que la suspensión de la producción de petróleo reduciría en 40 % las exportaciones colombianas y provocaría una contracción del 3,5 % en el PIB del país.
“Se percibe con claridad que no hay consenso ni siquiera en Colombia sobre esta medida y su inmediata aplicación”, dijo.
Petro aprovechó la Cumbre de jefes de Estado de los ochos países de la Amazonía para reiterar su propuesta de que, ante la necesidad de comenzar la transición hacia una economía descarbonizada, los países de la región suspendan la concesión de licencias para explorar petróleo y gas en nuevas áreas.
El mandatario colombiano llegó a tildar de “negacionistas progresistas” a los gobernantes de izquierda de la región que insisten en proyectos para explorar y explotar combustibles fósiles.
Contrario a lo que sucede en Colombia, Petrobras en Brasil espera la licencia ambiental para iniciar la cuestionada exploración de una posible enorme reserva en aguas profundas del Atlántico justo al frente de la desembocadura del río Amazonas.
Sin embargo, la propuesta de Petro no busca suspender inmediatamente la producción de hidrocarburos, sino los procesos para concesión de licencias para explorar nuevas áreas.
Por eso esta idea no afectaría ninguno de los 381 contratos de exploración y producción vigentes en Colombia, de los que 49 se los adjudicó Ecopetrol. De ahí que Petrobras criticara esta idea que sí afectaría sus negocios, pero no los colombianos.
