Tras ganar la segunda vuelta en las elecciones del año pasado, los medios de comunicación registramos cómo Gustavo Petro logró de forma sorprendente conquistar a los partidos y tener una mayoría en el Congreso que le permitirían al presidente sacar sus proyectos y reformas.
En ese momento el Centro Democrático quedó solo en la oposición viendo cómo los partidos Cambio Radical y Mira se declararon independientes, mientras que el partido Conservador, tradicionalmente de derecha, se declaró de Gobierno para apoyar no los ideales de izquierda del mandatario sino sus proyectos de reforma, con los que sí coincidían en ese momento.
Así, parecía que el gran acuerdo nacional que desarrolló el mandatario después de la primera vuelta para garantizarse alcanzar la Presidencia en la segunda vuelta sí surgió efecto. Unas 200 curules, haciendo cuentas, le permitirían a Peto avanzar rápidamente en sus reformas y proyectos en los próximos cuatro años.
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El rápido giro de los partidos
Pero la dicha realmente duró poco, pues al radicar los primeros borradores de proyectos en el Congreso, como la reforma a la salud y la tributaria, más de uno empezó a saltar.
Presidentes de partidos y congresistas radicales comenzaron una lucha por defender sus ideales y ahí todo el conteo que había hecho el Pacto Histórico, partido de Gobierno, se empezó a caer.
Muchos colombianos recordarán la imagen de la primera dama, Verónica Alcocer, llegando una noche a una sesión en la Comisión Séptima de la Cámara para intentar salvar la reforma a la salud, algo que nunca antes había hecho una esposa de un presidente.
¿Cómo quedó la nueva legislatura?
Tras varios tropiezos con partidos, finalmente el Gobierno Nacional pudo ver una radiografía clara de su situación en el Congreso el día de la instalación del nuevo periodo legislativo.
Con la elección como presidente del Congreso del senador Iván Name, que es del partido Alianza Verde pero tiene una fuerte cercanía con la oposición, Petro se dio cuenta que ya no tenía las mayorías.
Fue la oposición la que le dio los votos necesarios a Name para ser electo, aunque se había dicho que apoyarían a Angélica Lozano, del mismo partido.
Name sumó votos del Partido Conservador, del Centro Democrático, de Cambio Radical, del Partido de la U y del Partido Verde; y con 54 votos frente a 50, le ganó el pulsó por el cargo a Lozano.
Las felicitaciones a Name no se hicieron esperar y llegaron desde todos los espectros, entre ellos el expresidente Iván Duque, quien lo definió como “un parlamentario serio, ecuánime y con capacidad de actuar con la independencia que su cargo requiere”.
En redes, los mensajes de políticos uribistas reconociendo esta elección dejó ver que el Gobierno la tendrá muy difícil en los próximos meses.
En la Cámara de Representantes el panorama fue diferente con el nuevo presidente, Andrés Calle, del Partido Liberal y un aliado del Gobierno ya que el representante mostró su apoyo a Petro durante las elecciones del año pasado.
Sin embargo, Calle es un liberal cercano a Petro pero ya no lo es así el jefe de ese partido, el expresidente César Gaviria, que ya no es tan amigo del mandatario y ahora le hace oposición.
Para este periodo el Gobierno tiene pendiente presentar ante el Congreso las reformas laboral, pensional, a la salud, y de educación, además de proponer un nuevo código minero, entre otras iniciativas que penden de un hilo después de que en la legislatura pasada los partidos que habían formado coalición de Gobierno le retiraran su apoyo ante el desacuerdo sobre estos proyectos.
