Desde el domingo 16 de julio, inició la reducción de la jornada laboral en Colombia. Así lo ordenó la Ley 2101 de 2021, que modificó el artículo 161 del Código Sustantivo del Trabajo (CST). De ahora en adelante y de manera gradual, los empleados deberán trabajar una hora menos al día, sumando así semanalmente 47 horas.
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A partir del 16 de julio 2024, la reducción será de 1 hora (46 horas semanales); el 16 de julio 2025, será de 2 horas (44 horas semanales); y a partir del 16 de julio 2026, la reducción será 2 horas (42 horas semanales).
Cabe recordar que la legislación estipuló que a pesar de la reducción de la jornada laboral, no implica menos salario, menos prestaciones o menos obligaciones que adquiere el empleador en la relación contractual.
“Tiene por objeto reducir la jornada semanal de manera gradual, sin disminuir el salario ni afectar los derechos adquiridos y garantías de los trabajadores”, señala la Ley 2101.
Para implementar ese decreto, tendrá que haber un acuerdo mutuo entre trabajador y empleador para distribuir las horas de trabajo entre 5 o 6 días a la semana, con un día de descanso garantizado.
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De acuerdo con el último informe de la Ocde, Colombia es uno de los países en los que más horas se trabaja semanalmente en América Latina.
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Mario Hernández dijo que en Colombia “trabajamos muy poquito” y expresó su preocupación por reducción de la jornada laboral
El empresario de marroquineria, Mario Hernández, expresó su preocupación por el inicio de la medida de reducir la jornada laboral. Señaló que ahora en su compañía -que cuenta con al menos 600 empleados- “vamos a trabajar los viernes 1 hora menos para que la gente salga. Lo que me preocupa es que esto sube los costos y somos menos eficientes y competitivos todos los días. Tenemos que tener tecnología”, aseguró en entrevista con Noticias Caracol.
Hernández explicó que en el país se trabaja “muy poquito” y por el contrario “deberíamos trabajar mucho más. Gracias así los países asiáticos van adelante, trabajando. Dios dijo ‘ganarás el pan con el sudor de la frente’. Y todo lo paga el producto. El consumidor”.
