Desde el pasado miércoles 14 de junio, el presidente Gustavo Petro, arribó a Berlín, Alemania, para adelantar una agenda bilateral y lograr un acuerdo para la producción de hidrógeno verde en Colombia y su exportación a otros países. “En primer lugar, y es el objetivo central de la visita, es lograr un acuerdo sobre producción de hidrógeno verde en Colombia, para exportación y, obviamente, en la medida en que implementamos las tecnologías, para el consumo interno del país”, señaló el jefe de estado.
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En medio de su agenda, Petro asistió a un auditorio donde connacionales lo esperaban entre gritos y aplausos de apoyo en medio de los cuestionamientos a su gobierno por presuntas chuzadas ilegales y financiamiento ilegal a su campaña.
Petro se mostró sorprendido al saber que los colombianos que soliciten la nacionalidad alemana deban renunciar antes a la colombiana. “No puede ser”, dijo el presidente desde Berlín.
Por eso, dijo que tratará el tema con el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y con el canciller Federal Olaf Scholz, con quienes se reúne este viernes.
“Eso no puede ser. Será un tema que dialoguemos mañana cuando hablemos con el Presidente y el Canciller, según la agenda, será el primer punto. Habrá que hacer un esfuerzo, indudablemente”, expresó.
¿A quién pertenece las máscaras Kogui que regresarán a Colombia?
Este viernes 16 de junio, el primer mandatario colombiano llegó al Palacio de Bellevue, para sostener una reunión con su homólogo, el presidente de Alemania Frank-Walter Steinmeier. Durante su encuentro, en medio de un acto protocolario, Steinmeier, entregó a Petro dos máscaras de la comunidad indígena de los Kogui que reposaban en el Museo Etnológico de los Museos Nacionales de Berlín.
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Estos objetos, considerados ‘sagrados’ por esta comunidad asentada en la Sierra Nevada de Santa Marta, se encontraban allí desde 1915, cuando ese año, el etnólogo Konrad Theodor Preuss, se las llevó en el marco de un viaje de investigación.
De esta manera, el consejo rector de la Fundación Patrimonio Cultural Prusiano, en asamblea extraordinaria, votó por mayoría a favor de la entrega de las máscaras, tras más de un siglo.
“El que estas máscaras mágicas, que vienen del país de la belleza, puedan retornar es una buena noticia. Ojalá su magia vuelva a producir lo que es necesario para la especie humana. Las llevaremos para que se conecten con esos espíritus y nos ayuden a alcanzar la Paz Total”, aseguró el presidente Gustavo Petro.
¿Qué significan las máscaras Kogui?
Los Kogui, que se autodenominan como Kágaba, y sus antepasados concibieron las máscaras, como las que ahora se restituyen, como elementos centrales para ser utilizadas en rituales que se acompañaban con danzas y cantos.
Según las creencias religiosas de los Kogui, las máscaras son adquiridas con el permiso de las deidades a la que estas se vinculan, principalmente relacionadas con los fenómenos y los seres de la naturaleza. Esto sirve para la curación espiritual, la preservación del tejido social, así como el bienestar del propio pueblo y del mundo entero.
Solo un mamo, un sacerdote de los Kogui, o su aprendiz está autorizado a utilizar las máscaras. Como deben permanecer siempre en el lugar sagrado y solo pueden transmitirse de generación en generación, no estaba ni está permitido adquirirlas.
Las máscaras son entidades relacionadas entre ellas, que ponen las deidades al servicio de los kogui, por ejemplo, para cambiar las condiciones ambientales, prevenir enfermedades. Su portador se adentra en el mundo de las fuerzas de la naturaleza que son vistas como seres humanos a través de la máscara correspondiente. A su vez, dado que el portador es visto como su igual, puede actuar como un ser mítico y comunicarse con ellos en nombre de los Kágaba.
Las dos máscaras también son especialmente significativas por su antigüedad: se han podido datar a mediados del siglo XV y, por tanto, se crearon antes de la conquista española. Son de madera y se denominan “máscara del sol” (Mama Uakai) y “máscara del sol grande” (Mama Nuikukui Uakai o Malkutše).
Según cifras de la Cancillería, ya son cerca de 540 los bienes arqueológicos restituidos al país durante el Gobierno Petro.