Nuevas revelaciones se conocen tras las declaraciones del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso ante la JEP. En esta ocasión señala que fueron “altos manos militares” quienes ordenaron el asesinato del periodista Jaime Garzón, lo que abre dudas sobre otros nombres que podrían surgir de las acusaciones del narcotraficante.
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Recordemos que Salvatore Mancuso inició el pasado miércoles 10 de mayo una diligencia virtual ante la Justicia Especial para la Paz (JEP) de Colombia en la que ha hablado sobre la relación entre los paramilitares y miembros de la fuerza pública en el conflicto armado interno.
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La Audiencia Única de Aporte a la Verdad se desarrollará en Montería, capital del departamento de Córdoba, desde este 10 hasta el próximo 16 de mayo. En medio de sus declaraciones, el criminal habló de la persecución y el asesinato a periodistas como Jaime Garzón, figura altamente recordada en la sociedad colombiana.
Y es que Mancuso habla de que habrían sido “altos mandos militares” quienes habrían ordenado el asesinato de Garzón. Dentro de estos está el coronel en retiro Jorge Plazas Acevedo, quien fue llevado a juicio y además fue imputado por otros crímenes, pero la duda fue sembrada porque según Mancuso, habrían sido más los involucrados.
Mancuso también reveló que con ayuda del entonces Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), inteligencia de la Policía y el Ejercito, las AUC lograban información para hacer seguimientos ilegales que permitían ubicar a las víctimas. “Actuamos (las AUC) contra personas que tenían que ver con el gremio del periodismo (...) periodistas que, de alguna u otra manera, atacaban de manera abierta y frontal las alianzas que teníamos con la fuerza pública y con las instituciones del Estado”, dijo.
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Además, señaló de manera directa que José Miguel Narváez, subdirector del DAS entonces, brindó información que ayudó a perpetrar ataques y asesinatos contra periodistas como Jaime Rengifo Ravelo, Gustavo Rafael Ruiz, Carlos Lozano Guillen y Jaime Garzón.
“Esa información venía del DAS, de organismos de inteligencia de Policía, de organismos de inteligencia del Ejército, como la Brigada 20. A través de ellos se recibieron informaciones de seguimientos, interceptaciones ilegales y una serie de informaciones que permitían ubicar, y discúlpeme el nombre que utilizo, el objetivo”, agregó el narcotraficante extraditado a Estados Unidos.
