El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso inició este miércoles una diligencia virtual ante la Justicia Especial para la Paz (JEP) de Colombia en la que habla sobre la relación entre los paramilitares y miembros de la fuerza pública en el conflicto armado interno. Dentro de sus declaraciones, Mancuso explicó que la fuerza pública les daba fusiles a cambio de bajas.
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La Audiencia Única de Aporte a la Verdad se desarrollará en Montería, capital del departamento de Córdoba, desde este 10 hasta el próximo 16 de mayo. En medio de las primeras horas de esta audiencia pública, Mancuso también acusó al exvicepresidente Francisco Santos de pedir la creación del Bloque Capital de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
En estas jornadas de audiencia se espera que el exjefe paramilitar hable ampliamente sobre cuatro prácticas criminales: Las Convivir como fachada del accionar paramilitar; operaciones conjuntas entre paramilitares y fuerza pública; alianzas entre funcionarios, civiles, paramilitares y fuerza pública; y la filtración de información del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, central de inteligencia del Estado).
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Esta es la última oportunidad que tiene Salvatore Mancuso, y también el exjefe paramilitar ‘Jorge 40’ de que la JEP decida acogerlos a la justicia transicional, dependiendo del valor de sus declaraciones recientes y el aporte a la verdad que brinde en estas audiencias ordenadas por la Sección de Apelación de la JEP.
El punto de partida de la diligencia de Mancuso es un informe del Grupo de Análisis de la Información (Grai) de la JEP que reúne el contexto macrocriminal de las estructuras paramilitares que operaron en Córdoba bajo el mando de Mancuso. Recordemos que fue en este departamento donde inició y se consolidó el papel de Mancuso como comandante paramilitar.
Las acusaciones contra ‘Pacho’ Santos
Dentro de sus declaraciones en el primer día de audiencia, Mancuso lanzó serias acusaciones contra el conocido ‘Pacho’ Santos por ayudar a consolidar el discurso paramilitar en Colombia. “Las personas agobiadas por la guerrilla nos pidieron creación de grupos de autodefensas (...) el mismo Francisco Santos solicitó la creación del Bloque Capital”, dijo.
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“Francisco Santos vino en representación de los gremios la oligarquía que estaban preocupados de unas estructuras de las Farc, Romana tenía azotada a Bogotá y nos sugiere hasta el nombre en el año de 1997, 1998”, agregó.
Además, señaló que “había una presión enorme con respecto a las bajas en combate por parte de coroneles, generales, mayores, y se extendía a todos aquellos que estaban sobre el campo de operaciones”.
Mancuso entregó varios nombres de víctimas que fueron asesinadas y presentadas como bajas en combate por parte de la fuerza pública, por las que por cierto el exjefe paramilitar dijo que también entregaban incentivos, pues “por cada dos bajas la fuerza pública nos daba un fusil”, según dijo, además de mencionar que “4.500 fusiles fueron traídos de Bulgaria con autorización de la fuerza pública, de la empresa Arsenal”.
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El exjefe paramilitar también agregó que tenían objetivos militares que se basaban en las estigmatización, pues se señalaba de guerrilleros a campesinos inocentes por la simple marca del morral que llevan en la espalda. “Vean cómo me llamaban para que planificáramos operaciones, cómo comandé una operación directa contra la subversión y cómo de manera irregular dentro de esas operaciones acusábamos a los campesinos de ser guerrilleros por las marcas del morral en la espalda”, dijo.
“En Campo Giles, en 1999, se entregaron tres guerrilleros muertos en combate y el Ejército los reportó como miembros del Bloque Catatumbo para bajarse la presión que tenían”, también contó sobre asesinatos presentados en coordinación con las fuerzas militares.
Dentro de sus declaraciones, Mancuso también comentó que él mismo comandaba operaciones junto a la Fuerza Pública en territorio y que en las entidades estatales se aseguraban de que él no tuviera órdenes de captura para pasar en limpio por los controles policiales y demás operativos. “Todo el mundo sabía quién era yo. Las instituciones se encargaban de velar para que yo no tuviera órdenes de captura”, señaló.
Pero no solo habrían sido operaciones militares, según Mancuso, las que se coordinaron con la fuerza pública, sino también masacres. Mancuso dice que para planear “por ejemplo, la masacre de Pichilín, Nos reunimos con el mayor Parra, que era comandante de la Sijín de Sincelejo”.
Mancuso ha solicitado ser devuelto a Italia, país del cual también tiene nacionalidad, y también ha reitero en querer someterse a la JEP, que contempla penas no privativas de libertad si los acusados dan suficiente verdad y reconocimiento de los crímenes cometidos.
Pese a que la JEP lo inadmitió por su rol de paramilitar, pues su jurisdicción es la de juzgar a la guerrilla de las FARC y a agentes del Estado, en febrero pasado ese tribunal le abrió la puerta para que declare como una oportunidad para contribuir la verdad sobre hechos ocurridos durante el conflicto armado colombiano.