Uno de los problemas que se presenta en Colombia desde hace décadas y que para nadie es un secreto, es el tráfico de estupefacientes. Los narcotraficantes han convertido al país en uno de los principales productores de cocaína a nivel mundial, desde acá se envía por diferentes métodos la droga a diferentes países en el mundo y aunque las entidades gubernamenteales hacen todo lo posible para frenanar este fenómeno, no es algo fácil de controlar.
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Los narcotraficantes se valen de diferentes estrategias para cumplir con su objetivo, con el paso de los años se han descubierto varios de los métodos que usan, siendo uno de los más conocidos el de las conocidas como ‘mulas’, aquellas personas que llevan la droga en sus maletas, pegada a su cuerpo, impreganada en la ropa, camuflada en el calzado y en los casos más extremos, ingerida, lo que además representa un grave riesgo para quien hace esto.
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Pero además de eso, se ha encontrado droga camuflada en mercancia, calzado, perfumes, en aerosol, dentro de cañas de azucar, frutas y muchas otras modalidades, que dan muestra del ingenio de quienes trafican cocaína y que hacen pensar a muchas personas en cómo usan el ingenio para la delincuencia en lugar de hacerlo para cosas diferentes que sean de beneficio para la sociedad. Pues recientemente se encontró una modalidad que no es común y que pone a las personas a pensar, cómo lo hicieron.
La Policía Metropolitana de Bogotá logró incautar 5.200 gramos de clorhidrato de cocaína camuflados dentro de granos de café, que para ponerlos en perspectiva tienen un tamaño similar al de un frijol. Este cargamento fue encontrado en un bodega de la localidad de Fontibón, gracias a los perros entrenados para este fin.
