Tras una jornada de movilizaciones que empezó desde las diez de la mañana de este martes, en al menos 27 ciudades de 32 departamentos, el presidente, Gustavo Petro -quien convocó a las marchas-, salió al balcón de la casa presidencial, para, una vez más, dar declaraciones sobre la Reforma a la Salud.
Tan solo 24 horas antes, el proyecto de Ley apenas se había presentado, luego de meses de incertidumbre, a la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes. Allí, el jefe de estado dio unas palabras para los asistentes.
“Lo que no queremos es que la salud misma sea un mercado o se organice como una plaza de mercado en donde los seres humanos están conducidos a ser compradores y clientes. Este es un sistema planificado con una fuerte presencia estatal”, señaló.
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Ahora, este martes, a las cinco de la tarde, el primer mandatario dio un discurso entorno a lo que él llama, “justicia social”.
“El cambio no es posible sin el pueblo. El cambio será profundo en que las mayorías de la sociedad nos acompañen”.
Y agregó: “Esto que estamos construyendo tiene que ver con que nadie, independiente del dinero que tenga, debe ser excluido y puede acceder a los derechos universales: Que tengan salud. Que puedan tener una tierra. Que un viejo pueda tener una pensión y un lugar digno para vivir. Que un joven pueda ir a la universidad si quiere”.
Y aprovechó para hablar sobre su política de gestores de paz, en que algunos jóvenes, capturados durante el estallido social, no han sido liberados.
“Esa decisión absurda de tener a esa juventud encarcelada. Sueltan a sus asesinos, a los mafiosos, pero no sueltan a nuestra juventud. Les preocupa que se conviertan en gestores de la paz”.