En medio de la polémica que se encendió hace un par de día sobre el Metro de Bogotá, el propio presidente Gustavo Petro anunció que viajará anticipadamente a China para llevar a cabo un lobby que le permita buscar opciones de hacerlo subterráneo.
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La polémica se encendió por cuenta de las declaraciones del ministro de Transporte, Guillermo Reyes, en las que afirmó que si no se contempla la subterranización del Metro de Bogotá simplemente se pasará a desfinanciar el 70% de obras que tiene la capital. El funcionario brindó estas declaraciones siendo consciente de que esta obras tienen financiación por parte del Estado y del Distrito, y las mismas no podrían funcionar si se frena alguna de estas inyecciones de recursos.
Las declaraciones del funcionario del Gobierno encendieron el debate y han hecho emitir pronunciamientos duros por parte de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López. En medio de la discusión, el presidente Gustavo Petro hasta anunció que adelantó su viaje a China.
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“Solo queremos lo mejor posible para Bogotá dentro de nuestras posibilidades. Aceleraré mi viaje a China para buscar opciones con el gobierno de ese país en relación al metro de Bogotá”, dijo por medio de sus redes sociales el mandatario.
“Un dictador solo cree en lo que piensa. No escucha ni acepta controversia”, fue el comentario que le propinó el concejal de Bogotá, Papo Amin. “Lo mejor para Bogotá es Respetar a los ciudadanos y su institucionalidad, sin chantajes”, también comentó al respecto el concejal Andrés Onzaga.
“Lo mejor para Bogotá es seguir con la primera línea y apostarle a la segunda de forma subterráneo”, opinó también otro periodista como respuesta al primer mandatario. “Lo mejor para Bogotá es respetar y honrar el contrato firmado, agilizar la ejecución y darle trámite a las siguientes líneas. Avanzar, no obstaculizar”, también comentó el usuario Ernesto Camacho.
La discusión también ha trascendido al punto de que varios concejales se han levantado con el objetivo de pronunciarse y solicitar que el Metro sí sea subterráneo, a pesar de que la contratación ya se hizo elevada. Ahora, la población de Bogotá y sus opiniones se encuentran divididas, pero en lo que han coincidido la Nación y el Distrito es en que la capital del país no se quedará sin un Metro construido.