En la mañana del sábado 31 de diciembre se confirmó la muerte de Joseph Aloisius Ratzinger, mejor conocido como el papa Benedicto XVI, a sus 95 años en los Jardines Vaticanos, tras luchar con su estado de salud, que había decaído en las últimas horas.
Conozca las enfermedades que aquejaban al alemán.
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Días previos a su muerte, el papa Francisco pidió incluir en las oraciones a Ratzinger, quien fue papa por ocho años, desde 2005 y 2013 porque se encontraba muy enfermo:
“Me gustaría pedirles a todos ustedes una oración especial por el papa emérito Benedicto, porque está muy enfermo, pidiendo al Señor que lo consuele y lo sostenga” dijo Francisco.
¿Qué enfermedad tiene el Papa?
Fuentes cercanas apuntaron a que Benedicto XVI tuvo algunas complicaciones respiratorias previo a la Navidad y se especula que pudieron ser afectaciones en los riñones o en el corazón. No obstante, al alemán sí lo aquejaba otra enfermedad desde hace largo tiempo:
Se trata de una erupción cutánea facial, que de acuerdo con monseñor Georg Gänswein, su secretario particular, le afectaba la mitad derecha de su rostro, y era “muy dolorosa”. Sin embargo, no tuvo incidencia alguna en su muerte.
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Precisamente, Benedicto XVI renunció por problemas físicos:
Una de las razones por las que más será recordado Ratzinger por ser el primer papa en renunciar en seis siglos.
Resulta que en febrero de 2013, tras ocho años siendo papa, el alemán decidió dar ‘un paso al costado’, no tanto por la presión que tenía la iglesia católica por aquellos años por los escándalos de abusos sexuales, sino porque no se encontraba en plenas condiciones de salud.
Desde entonces, el alemán estuvo alejado del ‘ojo público’ y residió en un monasterio situado en los jardines del Vaticano. Tras su decisión, llegó el argentino Jorge Bergoglio a asumir como el nuevo y actual papa.
