El pasado 30 de noviembre, en horas de la mañana, se conoció sobre la muerte de la patrullera Ludy Marcela Granados Arias, de 22 años, al interior de la sede de la Unidad de Delitos contra la Fe Pública de la Fiscalía, en el edificio Manuel Gaona, ubicado en la carrera 33 con calle 18 de Bogotá.
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Según el informe de la Policía, Granados se habría quitado la vida el martes 29 de noviembre de 2022 alrededor de las 4:30pm, luego de salir de una reunión con su jefe directo, el intendente José Manuel Vargas, para hacer revisión de casos y consignas.
Testigos aseguran que minutos después, ingresó a una oficina en el segundo piso -dónde dicen, no hay cámaras de seguridad-, e intentaron auxiliarla, pero aparentemente accionó su arma de fuego de marca Sig Sauer, estando aparentemente sentada, al frente de un escritorio y mirando a la pared.
Cuando la encontraron con un disparo en su cabeza, la llevaron hasta la Clínica Méderi, ubicada sobre la Carrera 30, dónde llegó sin signos vitales.
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Desde la Policía Nacional, informaron que se “ordenó el inicio de una investigación para esclarecer los hechos que rodearon este suceso”.
Asimismo, aseguran que la causa de este lamentable hecho, se debió al estrés y la depresión, que aparentemente padecía, y que no se trató de un homicidio. “Buscamos a través de una evaluación psicológica determinar cuáles fueron las causas”, aseguró el director de la Institución, general Henry Sanabria.
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Sin embargo, otra versión tiene su familia. Y su hermana, Gleidys Yuliana Granados, es enfática en asegurar que la asesinaron.
“Una persona que se piensa quitar la vida, deja al menos una carta diciendo los motivos. Es algo absurdo qué estén diciendo eso. Además, cuando fui a su apartamento ese día, ella tenía su comida preparada para esa noche. Dejó una pasta lista que tanto le gustaba. Ella tenía la intención de volver a su casa”, enfatizó en entrevista con PUBLIMETRO COLOMBIA.
Sobre las posibles razones del por qué afirman se trataría de un homicidio, Gleidys, dice que su hermana le contó que fue acosada sexualmente por un superior cuando trabajaba en la sección de hurtos de vehículos, de la SIJÍN. Y cómo, dice, no accedía a sus pretensiones, “empezó a presionarla y a poner muchas quejas. Le ponía trabajo de más”.
Y agregó: “Cuándo ella vino 15 días antes del hecho, habló con mi mamita y le quiso a dar a entender que la estaban presionando en algo. Ella le dijo que si le ofrecían algún soborno para hacer algo mal, que no lo fuera hacer. Porque aquí estábamos nosotros para apoyarla”.
Ludy Marcela: la joven guerrera que soñaba con ser abogada
Ludy Marcela nació el 31 de enero de 2000 en el municipio de Motavita, Boyacá. Era la hija menor de Pedro Granados, trabajador en construcción; y de Claudia Milena Arias, fabricante de empanadas y tendera. Su hermana, Gleidys Yuliana Granados, es estudiante de Ingeniera Civil, y tiene una papelería en su casa.
Marcela, estudio su bachillerato en el colegio Silvino en Tunja y luego ingresó al Colegio de Árbitros de Fútbol y Fútbol de Salón, para demostrar su destreza en el arbitraje.
“Durante esa época ella era árbitro de la Liga de Boyacá y alternaba siendo voluntaria en el grupo de los scouts. No le gustaba quedarse quieta. Leía mucho, hacía cursos virtuales. Era un ser humano guerrero. Mi hija no era cobarde. Ella estaba enseñada a hacer muchas cosas”, narró su mamá en entrevista con PUBLIMETRO COLOMBIA.
¿Tienen alguna anécdota que recuerdan con ella?
Gleidys: Recuerdo que un día salimos temprano del colegio y nos fuimos a jugar fútbol abajo de las canchas. Pero ese día hubo un paro en Tunja y cerraron todas las vías. Entonces aprovechamos que estaba pasando eso y cuando llegamos tarde a la casa, le dijimos a nuestros papás que era porque no habíamos conseguido transporte y nos fuimos caminando.
¿Eran muy unidos?
Gleidys: Las tres fuimos muy unidas. Fuimos las tres mosqueteras. Las tres contra todo. Cuando nos sentíamos mal, hablábamos con mi mamá y ella nos daba consejos. Y sí estaba saliendo con alguien me lo contaba. Ella fue la primera en saber que estaba embarazada. Siempre fue mi cómplice. Mi mejor amiga. En la barriga le hablaba a su sobrino y él saltaba. Él era la adoración de la tía.
¿Cómo entró a la Policía?
Claudia: Ella salió del colegio y estudió Técnico en Criminalística porque cuando tenía 14 años, veíamos todo el fin de semana esas series de crímenes, cómo CSI Miami. Y ahí me decía que quería estudiar algo así como los personajes.
Tenía ese sueño de ser patrullera y la apoyé. Fue así cómo entró a estudiar a la institución en 2020. Era juiciosa. Estudiosa.
Pedro: Cuando se retiró del deporte, me dijo que había salido favorecida para entrar a la Policía. Por eso yo saqué una plata que tenía ahorrada en el banco y le ayudé a pagar el formulario. Así fue como se le cumplieron sus sueños.
¿Tenía sueños?
Gleidys: Sí, muchos. Cuándo entré a su apartamento después de lo que pasó vi unos papales. Recordé que nos había dicho que quería seguir estudiando. Había solicitado una beca en la Policía para estudiar derecho. Y en una oportunidad la rechazaron, pero se volvió a presentar.
Hasta el momento, la familia de Ludy Marcela Granados, no ha recibido el informe de Medicina Legal, ni el parte médico del Hospital, que les dé respuestas sobre las causas de su muerte.
El caso ya está en manos de la Fiscalía y de una investigadora de la SIJÍN de la Policía. Su familia, solo pide justicia y transparencia en la indagación. “Le pido a Dios que toda la verdad salga a la luz y el nombre de mi hermana se limpie, porque nosotras la conocíamos y sabemos que ella no haría algo así. Que el culpable pague”, pidió su hermana.
Cita destacada: “Yo nunca imaginé que fuera algo tan terrible. Yo pensé que tenía solución. Tenía esperanza de que solo estuviera herida. ¿Pero qué quedará así? Nunca te imaginas que a tu hijo te lo maten. Y no sabemos quién fue”, Claudia Milena Arias, mamá.