“Al que obra mal le va mal”, esta fue la respuesta del tío de dos menores que fueron presuntamente envenenados por su padrastro identificado como Sabel Beleño en hechos ocurridos en el municipio de Soledad, Atlántico.
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Ambos menores requirieron hospitalización por la gravedad de los síntomas que presentaron, pues hasta fue necesario el ingreso de estos a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos de la Clínica Adelita de Char de Soledad.
Tristemente, la salud del niño mayor Adolfo José, de siete años, se complicó hacia la tarde del domingo 4 de diciembre, lo que derivó en su fallecimiento.
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Fue el padrastro de los pequeños quién le dio a tomar la bebida a los menores, el pasado viernes 2 de diciembre en la noche. Incluso les ofreció una apuesta a los niños de 2 mil a quien se la tomara primero, acompañada de unas galletas. Quién tomó más líquido fue el menor fallecido. Su hermanito, no quiso tomar mucha bebida, porque le había sentido un sabor amargo. El pequeño, que hasta el momento sobrevive, sigue hospitalizado.
Con bomba intentan hacer justicia con mano propia contra padrastro que habría envenenado a hijastros
Las autoridades están en la investigación del contenido de la botella. Una hipótesis arrojó que el padrastro habría usado veneno para ratas.
En consecuencia, la casa del padrastro ha sido objeto de ataques por parte de la comunidad que busca hacer justicia por mano propia.
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En la vivienda, ubicada en la carrera 3e con calle 50b del barrio Villa del Rey, en el municipio de Soledad, han arrojado bombas molotov, piedras e incluso disparos contra la residencia, el objetivo que esperaban alcanzar, hasta ahora, sin éxito era incendiar la casa. Sin embargo, el padrastro actualmente huye de la justicia.
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Por su parte, las autoridades continúan con la investigación para determinar la causa de la muerte e intoxicación de estos menores.
Recuerde que las autoridades hacen un llamado a la comunidad para que cuando se presenten estos hechos delictivos, se llame a la Línea 123 para que la Policía atienda la situación y evitar que las personas realicen lo que se denomina “justicia por mano propia” que podría acarrear acciones legales contra quienes agredan a presuntos criminales y ladrones bajo el delito de lesiones personales y daño en propiedad privada.
