En redes sociales, se conoció un video en el que se ve a una mujer, tirar tomates de árbol y yucas al piso, que estaban al interior de una carretilla perteneciente a un vendedor ambulante.
PUBLICIDAD
Es un transeúnte que pasa justo por el mercado público de Santa Marta, que se da cuenta del hecho y empieza a grabar con su celular.
En la escena se ve como ella, con rabia, tira una a una las frutas y verduras al piso, mientras le reclama y él solo observa como se pierde todo. Esta acción, se habría dado, por una deuda económica.
Tan fue viral la denuncia y la indignación que causó en algunos usuarios, que la Alcaldía de la ciudad, a través de la Secretaría de Promoción Social, rechazó el hecho y pidió colaboración para identificar al trabajador.
Te puede interesar: El Jaguar: Un felino sagrado para los indígenas arhuacos que luchan por continuar preservándolo
“Si bien desde la Secretaría de Gobierno realizamos operativos de control de espacio público, lo hacemos con un enfoque constitucional y amparado en un derecho como lo es el goce del espacio para toda la ciudadanía. Eso, sin mérito que otras personas por su cuenta agredan o generen acciones en contra de vendedores que en muchas ocasiones se encuentran en condición de vulnerabilidad”, señaló el Secretario (e) de Promoción Social, Marcelino Kdavid Rada.
Asimismo, la entidad manifestó brindarle ayuda al hombre en materia legal y social. “Lo que queremos no solo es brindarle el acompañamiento legal, sino también social, y efectuar las acciones correspondientes contra la persona que les ocasionó este daño”, finalizó el funcionario.
PUBLICIDAD
La mujer dice que él no es la víctima
Tras conocerse esta grabación, la mujer, que se identificó como Keyla Gil, publicó un video a través de sus redes sociales, contando su versión del hecho.
En primer lugar, se mostró arrepentida y dijo que nada justifica su accionar. “Lamentablemente me dejé llevar de la ira que sentía y le lancé los tomates y la yuca al piso; de eso me arrepiento, porque nada justifica un acto de ese tipo”.
Pero dijo, que el núcleo del problema se originó cuando ella le prestó cerca de 900 mil pesos para que organizara su negocio. Dinero, dice, que aun no ha sido devuelto.
“Pido perdón por lo que hice, pero este sujeto que ahora todos quieren ayudar no es una víctima, sino un ‘mala paga’ que se ganó mi confianza y ahora se niega a responderme”.
Por último, Keyla dice que es una persona que evita problemas y lamentó una vez más, que por la rabia, haya cometido un error y ahora sea blanco de ataques e insultos.
