En su más reciente informe, la Red de Ciudades Cómo Vamos, presentó el Índice de Progreso de la Juventud (IPJ) 2016-2021 para 15 ciudades de Colombia: Armenia, Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Buenaventura, Cali, Cartagena, Cúcuta, Ibagué, Manizales, Medellín, Montería, Pereira, Quibdó y Santa Marta.
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Durante cinco años de estudio, a partir de datos oficiales provenientes de las entidades o del Gobierno Nacional, así como de las Encuestas de Percepción Ciudadana realizadas por la organización, entregaron los resultados del panorama y calidad de vida de esta población durante el año pasado.
Su objetivo era detectar los retos que presentan los territorios para el progreso social de los jóvenes, evitando caer en las políticas que se centran exclusivamente en el progreso económico.
Por ello, el IPJ revisó cómo estas ciudades han avanzado en satisfacer tres dimensiones sociales: Básicas (nutrición y cuidados médicos, agua y vivienda); Bienestar (acceso a conocimiento básicos e información de cualquier país); y Oportunidades (libertad para tomar sus propias decisiones, inclusión y educación superior).
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“Esta información es muy útil porque permite a gobiernos tomar mejores decisiones en términos de política pública. Para la ciudadanía porque permite fortalecer los ejercicios de control social e incidencia en las decisiones que los afectan. Y para las empresas que tiene un rol fundamental en la generación de oportunidades, les ayudará en la comprensión y el fortalecimiento de esas acciones”, indicó Diego Maldonado, director de la Red de Ciudades cómo Vamos.
Los resultados
Según la investigación, que midió en una escala de 0 a 100 puntos, destaca que las ciudades con mayor crecimiento económico, no son las que cuentan con los mejores niveles de progreso social para la juventud.
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Cuenta de ello, están Bogotá (70,89) y Cali (68,5), que ocuparon el puesto 6 y 11, respectivamente.
Mientras que Manizales (80.4), Montería (73.5) y Medellín (73.0), con dos o tres veces menor ingreso económico, se ubican en los dos primeros lugares del Índice.
Siendo Quibdó, el municipio que ocupó el último lugar en esta medición. Destacando, sin embargo, que fue la ciudad que evidenció mayor crecimiento en el periodo de prepandemia.
“Manizales es la mejor ciudad, pues vienen trabajando muchas políticas articuladas entre sector público y privado. Tiene un ejemplo que es ‘Universidad en tu colegio’, aseguró el director de la Fundación Corona, Daniel Uribe.
Por otra parte, el IPJ evidenció que la pandemia sí tuvo efectos colaterales, cómo retrasar el avance social que en un año las ciudades habían conseguido para los jóvenes, durante 2018 y 2019.
Ejemplo de ello, vuelven a ser las grandes ciudades, que no resistieron a este evento inusual: Cali, Barranquilla, Medellín y Bogotá, ubicándose en los puestos 7, 8, 9 y 10, respectivamente.
Mientras que Manizales, Cartagena, Buenaventura y Montería, fueron las cuatro ciudades que sí se mantuvieron en la calidad de vida para esta población.
Asimismo, la dimensión social de ‘Oportunidades’, fue la que se posicionó en el eslabón más bajo, evidenciando mayores desigualdades entre los jóvenes. Siendo la inclusión y educación, los principales retos a atender.
Por último, el componente de seguridad personal: homicidios, hurtos a personas, muertes relacionadas con accidentes de tránsito, violencia interpersonal y percepción de inseguridad; continúa siendo el principal desafío de las Alcaldías municipales.
Siendo nuevamente Quibdó, Cúcuta y Cartagena, las ciudades dónde, durante 2020- época de confinamiento- se presentó un aumento en la tasa de homicidios.
“No disponer de oportunidades que permitan a los jóvenes alcanzar su potencial máximo puede inducir un estancamiento general del progreso de las ciudades, pues de no ser capaces de dar lo mejor de sí porque su entorno no brinda las condiciones necesarias para ello, no van a poder aportar tanto al desarrollo social y económico de dicho entorno”, concluye el informe.