El pasado 25 de noviembre, en la Carrera 7 #21-37, centro de Bogotá, se presentó un caso de justicia por mano propia por parte de dos empleados de un reconocido almacén.
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En el video grabado por una testigo, se ve el momento en que los hombres, sostienen dos pantalones que habrían sido hurtados, mientras el supuesto ladrón permanece en el piso, desnudo de la parte de abajo, y recibe patadas constantes patadas por parte de ellos.
Sin embargo, en medio de esta golpiza, aparecen varios jóvenes que les reclaman y uno de ellos, saca de su morral un arma blanca, para intimidarlos.
Mientras esto ocurre, el señalado delincuente se vuelve a colocar su pantalón y zapatos, para huir caminando del lugar.
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Aun así, la discusión continua entre estos jóvenes y dos hombres. Otras personas, alrededor, les reclaman por haberlo golpeado así, pero uno responde que “entonces, ¿qué sigan robando?”. “Pongan el denuncio, mejor”, le dice.
Ya en otra grabación, se puede ver el momento en que escala la intolerancia y los empleados del almacén, sostienen unas piedras gigantes. A pesar de ello, al parecer, ninguna persona sale lesionada.
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Hasta el momento la Policía no se ha pronunciado frente al caso y se desconoce si la persona cometió o no el delito.
Las autoridades hacen un llamado a la comunidad para que cuando se presenten estos hechos delictivos, se llame a la Línea 123 para que la Policía atienda la situación y evitar que las personas realicen lo que se denomina “justicia por mano propia”. Lo que podría acarrear acciones legales contra quienes agredan a presuntos ladrones bajo el delito de lesiones personales.
“Se supone que cada persona tiene el derecho a ser cuestionado por un juez, a que se defienda, que se realice correctamente su captura y se le den absolutamente todas las garantías; y tiene que ser así por definición porque si no mañana cualquiera se ve envuelto en una situación sin ser culpable y ser linchado en el acto por la comunidad”, aseguró el analista y politólogo Fernando Giraldo, para El País de Cali.