El Mundial Qatar 2022 ha estado lleno de sorpresas tanto por los resultados de algunos partidos como al llegar al país y conocer de primera mano las condiciones en las que se debe vivir en dicho país. Aunque para muchos estas no salen de lo común, para otros existe una vulneración de derechos, en especial con las mujeres que residen allí.
Y es que se conoció que una de las enviadas por la revista Semana pudo obtener una entrevista con Ali Al-Marri, un shaikh, exmilitar y quien cuenta con un amplio recorrido en estudios islámicos y por ende, conoce de primera mano los delitos sobre la homosexualidad en ese territorio.
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Una de las principales condiciones para poder llevar a cabo la entrevista fue que la comunicadora tuvo que usar el conocido hiyab, el cual cubre la cabeza y el pecho de las mujeres. En principio indicó que no traía ninguno y luego de esperar algunos minutos se lo consiguieron.
Asimismo, indicó que en el sitio en donde se encontraban no era permitido que las mujeres estuvieran allí. Sus preguntas estaban enfocadas a la homosexualidad y el matrimonio. Sin embargo, la periodista aseguró: ““El señor Ali Al-Marri fue muy amable conmigo. Sin embargo, cuando le hice las preguntas incómodas, o vi molesto… empezó a hablar un poco más duro”.
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La pregunta que, según ella, más molestó al hombre fue: “Si en el islam todos son iguales ante los ojos Dios, ¿por qué no se acepta que los hombres se quieran entre sí?, ¿por qué los hombres pueden tener varias esposas y las mujeres no?
Ante esto, Ali aseguró: “ni siquiera los animales tienen dicho comportamiento”. Teniendo en cuenta que es algo prohibido de acuerdo con sus leyes. En cuanto al tema del matrimonio, de manera muy segura argumentó que los hombres de su territorio podían tener las esposas que quisieran, por supuesto, cumpliendo con la principal condición, que es contar con solvencia económica para sostenerlas.
El miedo y nerviosismo se hizo presente a lo largo de la entrevista, no solo por el respeto que tienen los qatarís por cada una de sus leyes, sino también porque la zona en que se encontraba era bastante religiosa y no se encontraban muchos turistas en aquel barrio.
