Varios casos de suicidio han alertado a los habitantes del departamento de Antioquia y han encendido las alarmas respecto a la salud mental de los antioqueños. Una tragedia se vivió en Sabaneta, al sur de Medellín, en donde un hombre se lanzó desde un quinto piso junto con su bebé de 22 meses, el padre murió, pero el bebé solo presentó lesiones menores. Al día siguiente, una mujer se lanzó de un edificio y otra a las vías del Metro de Medellín.
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Sin duda, el departamento estaría atravesando por una crisis en salud mental, que registra un aumento en los casos de suicidios e intentos, que serían mayores a lo que sucedió durante el periodo más crítico de la pandemia por el coronavirus y el aislamiento obligatorio.
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De acuerdo con el informe de Lesiones Fatales de Causa Externas de Medicina Legal al 30 de septiembre, se habían registrado 369 suicidios, en comparación con el año pasado en el mismo periodo se habían reportado 306.
“Muchos de los que ya venían con trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad, vieron que durante la pandemia se rompieron los procesos de tratamiento, hubo dificultades en el acceso a los medicamentos, barreras para mantener una terapia. Eso hizo que se disminuyeran los cuidados”, le dijo a El Colombiano Juan Camilo Aguirre, psiquiatra infantil del Hospital Mental de Antioquia (Homo).
Crisis de salud mental de niños y jóvenes
En lo que va corrido del año los casos en menores de 18 años llegan a 40 en Antioquia y 16 en Medellín, muchos de ellos relacionados con fenómenos como retos y formas de acoso que recibieron a través de las redes sociales.
“En estos momentos se están presentando situaciones virales, donde ocurre que uno de estos jóvenes comete un acto contra su vida y al viralizarlo, otros están haciendo como parte de una tendencia social, sin comprender las consecuencias de los hechos”, agregó el antropólogo.
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Además, destacó que la ruptura de los entornos y las dinámicas durante los dos años de la pandemia, se afectaron etapas fundamentales del desarrollo, entre las que están la interacción escolar y la convivencia familiar, lo que se agravado en niños y adolescentes entre los 6 y los 14 años.
“Los intentos de suicidio se deben a la ruptura del tejido social por estar lejos del colegio, de sus amigos, estar encerrados en ambientes familiares que, en ocasiones, no pudieran ser muy protectores”, indicó José Gregorio Henríquez, antropólogo de la Universidad de Antioquia.
¿Qué hacer si siente que no hay salida a sus problemas?
En algunas ocasiones los problemas pueden hacer creer que la vida no tiene sentido o no vale la pena vivirla. No olvide que es posible superar este malestar y está bien buscar apoyo en otras personas.
Si siente ganas de llorar frecuentemente, desesperanza, estado de ánimo variable, negativismo, deseo de morir, perdida del interés en las cosas que siempre disfrutó, alteraciones del sueño o del apetito, es necesario que consulte sus síntomas con su médico o con un psicólogo.
Recuerde también que el Ministerio de Salud dispuso de algunas líneas de atención telefónica para prevención del suicidio en Colombia. Puede consultarlas haciendo clic aquí.
Los conflictos de pareja o las rupturas amorosas pueden ocasionar dolor intenso, desesperanza y enojo, entre otras emociones, y hacen creer que no se puede volver a ser feliz. Busque ayuda para afrontar esta situación transitoria que sí se puede superar por más difícil que parezca.
Hablar sobre lo que se siente es el primer paso para encontrar la solución a los problemas: exteriorizar lo que sentimos nos hace sentir mejor.
¿Cómo evitar un intento de suicidio?
Existen diferentes fuentes potenciales de ayuda, algunas se encuentran en nuestro círculo cercano, pero otras están disponibles a cualquier ciudadano.
Entre el primer grupo podemos encontrar apoyo en los familiares cercanos, los amigos, profesores o adultos de confianza. En el segundo incluimos a las líneas de atención telefónica en salud mental, los consejeros escolares o docentes orientadores de las instituciones educativas, los profesionales de la salud (medicina, psicología, trabajo social, terapeuta ocupacional y otras disciplinas), centros de escucha, zonas de orientación escolar y universitaria, y a los líderes espirituales, entre otras alternativas.
Signos de alarma de conducta suicida:
Esté atento si observa alguno de los siguientes comportamientos en una persona.
- Presencia de pensamientos o planes de autolesión en el último mes o acto de autolesión en el último año
- Alteraciones emocionales graves
- Desesperanza
- Agitación o extrema violencia
- Conducta poco comunicativa
- Aislamiento social