Una semana después de haber encontrado el cuerpo de un menor en una zona boscosa de Segovia, Antioquia, finalmente Medicinal Legal reveló que sí corresponde al pequeño Maximiliano, que estaba desaparecido y habría sido víctima de un ritual satánico perpetrado por su propia familia.
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Blu Radio reveló que la entidad encontró casi un 100% de coincidencia genética entre el cuerpo y la madre del menor, Sandra Patricia Caro, que permanece detenida junto a su madre, su pareja y otras ocho personas.
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Así registró la Fiscalía el descubrimiento del cuerpo el pasado 28 de octubre, al que llegaron con indicaciones de la propia madre:
Caso del pequeño ‘Maxi’
Tras la desaparición el 21 de septiembre de Maximiliano Cano de 6 años, las autoridades capturaron a su mamá, Sandra Patricia Caro Pérez; su padrastro, Fabio Andrés Carmona Ramírez; su abuela, Damaris Estela Pérez Escalante; esposo; y otras personas cercanas a la familia.
De acuerdo con la información preliminar de las autoridades, el padrastro, quien lideraba una secta satánica conocida como ‘Los carneros’, habría convencido al resto de la familia que Maximiliano estaba poseído por un espíritu y por eso había que sacrificarlo.
Según un investigador de la SIJÍN, el objetivo de estos rituales era encontrar oro y guacas. Pero como hace varios meses, alias ‘orejas’, un supuesto medium, no podía ubicarlas, le hizo una propuesta a la mamá del pequeño.
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“El padrastro le dice a la progenitora del niño que al parecer no están teniendo productividad en su actividad de minería, porque el medium le dijo que el niño está poseído y por ello deben realizar ciertos rituales para poder extraer esos espíritus”.
Y la mamá aceptó, siendo torturado delante de ella y en la casa. “La forma de extraerle estos espíritus es mediante actividades de tortura. Presuntas lesiones, manifestadas por algunos testigos de la comunidad que observaron de manera presencial. Quienes incluso le preguntaron a ella ‘¿dónde se había golpeado?’ Y explicaba ‘que el niño se había caído por un barranco, en una bicicleta’.
