En la noche del miércoles, las palabras del presidente, Gustavo Petro, habían causado revuelo en la opinión pública. Sin embargo, horas después, simpatizantes del gobierno, como el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, publicaron el contexto sobre lo dicho.
Desde Caldono, Cauca, dónde asistió a la Clausura de la Minga Política y Cultural por la Defensa de la Vida, el Territorio y la Paz, el jefe de estado habló sobre la importancia de que líderes sociales indígenas, hayan llegado a ocupar espacios históricamente dispuestos a las “élites”.
Poniendo como ejemplo a Leonor Zalabata Torres, embajadora ante la ONU en Nueva York. “La creencia de que la representación diplomática de Colombia, solo puede pertenecerle a los herederos de los esclavistas, se asustan. No les gusta. Se sienten incómodos. Y no solo en el consulado de Washington, así es en cada oficina pública de Colombia”.
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Y finaliza, a partir de lo anterior, que “por eso, el principal rival del estado, del gobierno, está en su interior. Es un enemigo interno representando por creencias, maneras de pensar. No simplemente por personas. Que al final, lo que producen en concreto, es que no se permitan los cambios a pesar de que el presidente quiera”.
Petro aseguró que no se refería a Ocampo
Durante sus declaraciones, el primer mandatario también se refirió a la Reforma Agraria, donde al aparecer crítico a su ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. “¿Eso es lo qué vamos a vivir? Entonces proponemos la Reforma Agraria y alguien dice ‘no, no se puede comprar las tierras’. Y entonces entre la discusión pasan dos, cuatro, ocho meses, un año y se nos fue el tiempo”.
Esto, pues Ocampo aseguró que la manera en que pretende el presidente de comprar 3 millones de hectáreas (por medio de Títulos de Deuda Pública) simplemente “no se puede”.
Sin embargo, horas después, el presidente Petro, a través de su cuenta en Twitter, desmintió que se haya referido a él y pidió que “dejarán de sembrar cizaña”. Declaración, que ratificó este jueves durante el Congreso de la Asociación Nacional de Pequeñas y Medianas Empresas- ACOPI, en Barranquilla. “Quisieron armarme una pelea con el ministro Ocampo, que ni mencioné”.
