Durante el debate del Acuerdo de Escazú, que se desarrolló este lunes 10 de octubre en la Cámara de Representantes, en la que finalmente este fue aprobado, la noticia no la generó exclusivamente la decisión histórica, sino una polémica paralela que ocurrió en el mismo Capitolio Nacional. La denuncia generó confusión y empañó el debate que se gestaba en el ente legislativo.
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Todo comenzó porque el representante a la Cámara por el Valle del Cauca del partido Centro Democrático, Christian Garcés, publicó una denuncia en su cuenta de Twitter mientras se desarrollaba el debate. El congresista se percató de algunas telas, un muñeco, una vela y otros implementos en las barras del espacio que, según dijo, le transmitieron la sensación de “ritual”.
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“Mientras discutíamos Acuerdo de #Escazú, en las barras del Capitolio se hacían ritos con velones, muñecos y otros elementos. ¿Qué era esto @DavidRacero y @PoliciaColombia?”, fue el reclamo del representante sobre lo que encontró. El representante a la Cámara por Santander, Óscar Villamizar, también replicó la denuncia y lanzó la acusación de que esto sería brujería para aprobar el Acuerdo de Escazú.
“¡Esto es el colmo! Con brujería quieren aprobar proyecto en el Congreso de la República. ¿Hasta dónde son capaces de llegar?”, fueron las duras acusaciones que lanzó el hombre. Sin embargo, minutos después, se esclareció la situación gracias a la rectificación de Alejandro Villanueva, realizador audiovisual, quien preguntó a la dueña de estas pertenencias de qué se trataba.
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“Nosotros estábamos asistiendo al debate de Escazú y como buenas prácticas ancestrales que estamos tratando de recuperar, estaba tejiendo, estábamos con una velita, que representa la luz y la fuerza que queremos tener dentro de nuestro territorio por todas estas cosas que queremos lograr por nuestros líderes ambientales y pues nada, estábamos tejiendo en familia, con Ernesto Pérez, era el supuesto muñeco vudú. Estábamos simplemente tratando de armonizar y pensar bonito para que todo saliera bien”, fueron las declaraciones de la mujer.
Adicionalmente, la mujer acotó que en ningún momento le preguntaron qué era lo que estaba haciendo sino que viralizaron sus pertenencias señalando que era un ritual de brujería, por lo que se generó una confusión bastante vergonzosa. En el debate finalmente terminaron por aprobar la ratificación del Acuerdo de Escazú.