La polémica no se detiene luego de conocerse la millonaria compra que hizo el DAPRE para acondicionar las habitaciones de la Casa de Nariño en las que habitarán el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez; que superó los 173 millones de pesos. Ahora la vicepresidenta se pronunció y aseguró que lo que pidió fueron camas para sus empleadas de servicio.
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Aseguró en diálogo con RTVC, el medio de comunicación público, que cuando le comentaron que se debían hacer esas compras le justificaron que era porque en esas casas se hospedan personas que llegan de otros países y que era por la imagen de Colombia.
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“Hicimos el pedido, pero yo no me enfoqué en hacer pedidos de cosas gigantes, como dicen, ni tampoco los plumones de las plumas de ganso (risas), yo soy ambientalista (risas) me da hasta risa”, dijo la vicepresidenta.
Francia Márquez ordenó comprar camas para el servicio doméstico
Aseguró que recordó cuando trabajó en el servicio doméstico y que al visitar las condiciones de las empleadas de su casa privada decidió pedir camas más grandes.
“Lo primero que yo fui a mirar en esta casa, para definir lo que íbamos a solicitar, fue la habitación de las mujeres que trabajan aquí. Yo fui empleada del servicio doméstico y para mi era una humillación tener una camita donde uno no se puede ni voltear. Entonces, para sorpresa mía encontré aquí la misma camita chiquitica. Entonces, yo hice la solicitud de tres camas más grandes para que estas mujeres que trabajan todo el día”, dijo Márquez.
Sin embargo, Blu Radio confirmó que en la lista de compras no aparecen las tres camas, por lo que se presume que existe otra orden de compra en la que deben aparecer con otros elementos adicionales.
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“Cuando trajeron las camas ellas estaban llorando, diciendo gracias por esto, porque eso es devolvernos la dignidad y de eso nadie habla. Todos hablan del valor de lo que cuesta eso, pero no de lo que significa. Si usted va, los tendidos de ellas son los mismos tendidos que tengo yo. Para mí eso es dignidad”, puntualizó.
También reconoció que es lógica la indignación por los valores que se compraron y que toca revisarlos.