El primer mes de gobierno de Gustavo Petro ha estado acompañado de múltiples decisiones y de cambios que han sacudido a instituciones del Estado como las Fuerzas Militares, la Policía, la Contraloría, entre otras. Sus primeros 30 días se han caracterizado por decisiones que han trazado la hoja de ruta humanista, moderna y progresista que pinceló en su campaña a la Presidencia. Pero además, sus primeras jornadas han estado marcadas por escándalos protagonizados por diferentes personajes del gabinete presidencial y el movimiento de gobierno Pacto Histórico. Los más sonados son aquellos que pusieron en el ojo público a la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez; el ministro del Interior, Alfonso Prada y el senador del Pacto Histórico, Alex Flórez.
Dentro de sus grandes banderas para posicionarse como el mandatario de los colombianos está la llamada ‘paz total’, en la que se planteó llevar a cabo diálogos de paz multilaterales con las organizaciones armadas que delinquen en el país y que manifiesten su intención de dejar las armas. Tras el llamado a los grupos armados, que incluso se dirigió superficialmente a las bandas criminales, varias estructuras armadas anunciaron su intención de acogerse a los diálogos de paz, como es el caso del Ejército de Liberación Nacional, el Frente 36 de las Disidencias de las Farc en Antioquia, el Clan del Golfo tras terminar su más reciente ‘Plan Pistola’ y bandas criminales como ‘Los Pachelly’, ‘La Oficina’ y ‘Los Costeños’.
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Diálogos con el ELN
Y es que una parte significativa de las acciones que ha adelantado Petro para lograr la ‘paz total’ es reiniciar los fragmentados diálogos que ha tenido el Gobierno con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ya lleva más de 57 años delinquiendo en el país y se ha convertido en la guerrilla más antigua vigente del territorio nacional. Tras varios intentos que se han extendido durante todos los Gobiernos desde el de Ernesto Samper Pizano, las conversaciones que se reabrieron podrían por fin desembocar en la desmovilización del grupo armado.
Recordemos que el expresidente Iván Duque le cerró totalmente la puerta a los diálogos con el ELN en su gobierno tras el atentado a la Escuela de Cadetes General Santander en Bogotá en el año 2019. Desde allí las relaciones con los negociadores quedaron fragmentadas, pero el Gobierno Petro ya adelantó el restablecimiento de las condiciones de diálogo, incluso gestionando la suspensión de órdenes de captura y extradición de los negociadores de esa guerrilla que estaban en Cuba.
El equipo delegado de Colombia para retomar los diálogos finalmente viajó a Cuba nuevamente para restablecer las relaciones y continuar con el camino hacia la dejación de las armas de este grupo armado, que actualmente tiene una importante presencia armada en la zona del Catatumbo y los departamentos de Arauca, Chocó y Cauca.
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La violencia que ha opacado los motores a la ‘paz total’
Si bien la guerrilla del ELN ha manifestado su intención para retomar los diálogos, realmente no anunció un cese al fuego. Mientras, algunas facciones de las Disidencias de las Farc sí anunciaron el cese al fuego (Frente 36), pero lo que ha empañado las intenciones de paz son algunos hechos en materia de orden público que han liderado ambos grupos armados y que envían un mensaje encontrado al jefe de Estado.
La muerte de 7 policías el pasado 2 de septiembre tras un atentado con explosivos en el corregimiento de San Luis en el municipio de Neiva, Huila, fue el primer acto bélico que Petro calificó como un “saboteo a la paz total” desde que anunció su programa de diálogos. Los intentendentes, patrulleros y auxiliares que murieron en el atentado se han convertido en una de las banderas que la opinión pública ha utilizado para presionar al presidente con el objetivo de que avance hacia la paz.
Además, el ELN no habría cesado totalmente sus acciones armadas, pues a pesar de que ha liberado a grupos de personas secuestradas, como el pasado 12 de agosto en Tame, Arauca, el Ejército Nacional informó que 40 cilindros explosivos marcados con las iniciales del ELN fueron neutralizados en la vía que comunica Cravo Norte con Puerto Rondón, en el mismo departamento.
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Las masacres: un panorama preocupante
Por otro lado, en el país se han producido por lo menos 15 masacres desde que se posesionó el presidente Petro, según reportó el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), reportando la masacre número 61 del 2022 el día de la posesión del presidente en el departamento del Cauca, hasta la número 75 el pasado 2 de septiembre en el departamento de Bolívar. Estos hechos de violencia también le han costado múltiples críticas al mandatario, aunque para mejorar la situación de seguridad, instaló los Puestos de Mando Unificado por la Vida en 65 municipios priorizados por estar azotados por la violencia, que estarán conformados por las diferentes autoridades departamentales y deberán actuar con prontitud ante las alteraciones al orden público.
Por otra parte, y para incluir un enfoque más humanista en la seguridad nacional, el mandatario dispuso a sus funcionarios públicos para cesar la tensión armada, sin detener por completo las acciones militares que adelantan las diferentes ramas de las Fuerzas Militares. El jefe máximo de la fuerza pública, comandante general Helder Giraldo, emitió la orden de asegurar los objetivos militares de los bombardeos garantizando que no hayan menores de edad, además de avisar que los operativos contra grupos armados como el ELN y las Disidencias de las Farc no se suspenden.
Por último, el presidente Gustavo Petro ha hecho un reiterativo pronunciamiento para que los PMU instalados propendan por que el orden público de esas regiones priorizadas y azotadas por el conflicto armado colombiano respondan al llamado plan de emergencia que se ha instalado, que pretende reducir los niveles de hostilidad multilateral para que se concerten encuentros con los diferentes grupos armados que han manifestado sus intenciones de paz, de los cuales aún ninguno se ha materializado.