Agricultores y científicos colombianos manifestaron su rechazo a un proyecto de acto legislativo con el que se busca prohibir los cultivos transgénicos en el país al considerar que la información en la que se basa la propuesta está desactualizada.
La directora ejecutiva de la Asociación de Biotecnología Vegetal Agrícola (Agro-Bio), María Andrea Uscátegui, aseguró que de ser aprobado en el Congreso, este proyecto no solo afectará a los agricultores sino también “a la ciencia del país”.
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“Hay científicos que hoy en día están trabajando en mejores cultivos para nosotros como consumidores, para los agricultores y el medio ambiente”, expresó.
Rechazo de campesinos
En audiencia pública, agricultores y académicos manifestaron las razones por las que están en contra de esta iniciativa, que es impulsada desde la Cámara de Representantes para prohibir constitucionalmente el uso de semillas transgénicas, y pidieron su archivo al considerar que puede ser potencialmente negativa para el desarrollo del país.
Fray Monterrosa, quien produce maíz y algodón transgénico en el departamento caribeño de Córdoba, aseguró que este tipo de cultivos tiene beneficios para el medio ambiente.
“Los agricultores tenemos que volvernos ecologistas y eso lo hemos logrado en gran parte reduciendo la cantidad de insecticidas. Estamos comprometidos con el desarrollo sostenible”, señaló.
En esa misma línea se manifestó Diana Cruz, una mujer que desde hace años cultiva maíz transgénico y que dijo que el problema no son las semillas sino “la mala comercialización y los altos costos de producción de nuestros cultivos”, por lo que cree que este proyecto la perjudicará.
“Yo no puedo entender cómo la seguridad alimentaria en maíz se va a mejorar con maíces criollos que producen dos toneladas. Creo que lo que el Gobierno lo que debe hacer es mejorar ese tipo de variedades”, afirmó, por su parte, el ingeniero agrónomo Mario Rolón.
En Colombia se sembraron más de 157.000 hectáreas de cultivos transgénicos, sobre todo de maíz, algodón y flores azules, en 2021, lo que supone un aumento del 31 %, según cifras del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
Postura de académicos
Quienes presentaron el proyecto aseguran que este tipo de cultivos trae consigo riesgos para la salud y el medio ambiente.
El exrector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman, que es doctor en bioquímica, respondió: “si se prohíben constitucionalmente los cultivos transgénicos, me resulta incomprensible que no prohibamos la insulina que están tomando todos los diabéticos colombianos o la mayoría de las vacunas del plan ampliado de inmunización, que son todas transgénicas”.
“Lo que haríamos introduciendo una prohibición es prohibir un futuro que no conocemos, ¿cómo se nos ocurre a nosotros prohibir el futuro?”, señaló.
Entre tanto Elizabeth Hodson, experta en biotecnología, dijo que el proyecto “atropella y niega el derecho del agricultor a elegir libremente”, por lo que cree que “no es democrático, ni ético”.
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Igualmente, la experta considera que no es posible aumentar rendimientos sin innovación y ciencia.
“Debemos poder mejorar nuestras semillas y así mantener agrodiversidad, que es lo que nos permite enfrentar el cambio climático”, añadió.
Finalmente el gerente general de la Asociación Colombiana de Semillas y Biotecnología (Acosemillas), Leonardo Ariza, invitó a los diferentes actores a aceptar la coexistencia.
“Resaltamos la importancia de apoyar la coexistencia entre los diferentes modelos tecnológicos de producción, desde el autoconsumo y la economía familiar campesina e indígena hasta llegar a modelos agroempresariales de mediana y gran escala, estamos convencidos que un sistema no riñe con el otro”, concluyó.