Esta semana el presidente Gustavo Petro se reunió con delegados de Estados Unidos, entre esos el director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, Rahul Gupta, con el que hablaron de nuevas líneas para la política antidrogas en la que ambos países trabajan desde hace décadas, para terminar con el narcotráfico.
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Y aunque la reunión se dio hace varios días, no fue sino en las últimas horas que se conocieron detalles de lo que hablaron. Dicho por el mismo mandatario, la idea inicial de la reunión era compartir ideas, aunque llegaron a un importante acuerdo.
“El primer punto tiene que ver con la extradición, y para decirlo brevemente lo que les propusimos es: narcotraficante que no negocie con el Estado se va extraditado, narcotraficante que negocie con el Estado y reincida, se va extraditado, sin ningún tipo de negociación, a los Estados Unidos. Narcotraficante que negocie con el Estado colombiano beneficios jurídicos y deje de ser definitivamente narcotraficante no se extradita”, manifestó Petro en una rueda de prensa durante la visita del presidente del Gobierno del Reino de España, Pedro Sánchez.
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Un día antes, el embajador designado de Colombia ante Estados Unidos, Luis Gilberto Murillo, confirmó que dentro de la agenda binacional entre Colombia y EE.UU. la prioridad es la lucha frontal contra el narcotráfico.
Y así también lo expresó Gupta. Este alto funcionario de la Casa Blanca recordó que para su país es claro que se debe disminuir el consumo de drogas y por eso seguirá brindando todo el apoyo a Colombia.
“Colombia debe ver a los Estados Unidos como un aliado cuando se trata de impulsar el desarrollo rural, combatiendo la corrupción, combatiendo el daño climático y avanzar en la inclusión para las comunidades marginalizadas en Colombia”, indicó.
Este anuncio de Petro coincidió con lo divulgado también por el director de la Policía, el mayor general Henry Sanabria, quien prometió un cambio en la estrategia de erradicación de cultivos durante los próximos cuatro años.