Un primer encontrón tuvieron las relaciones entre Colombia y Venezuela la noche de este lunes. Esto luego de que conocieran unas declaraciones del primer vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido (PSUV), Diosdado Cabello, quien manifestó su deseo de que Colombia extradite a Venezuela a opositores que están solicitados por la Justicia del país petrolero y que el Gobierno de Nicolás Maduro señala como “asesinos” o “ladrones”.
“Una cantidad de gente que está por allá, que Venezuela está solicitando en extradición, que sean detenidos y enviados a Venezuela por delitos cometidos contra nuestro país. Tienen hasta asesinos por allá resguardados, ladrones”, dijo el diputado en una conferencia de prensa.
La respuesta de Gustavo Petro fue enfática en Twitter “Colombia garantiza el derecho de asilo y el refugio”, respondiendo así a las exigencias de Cabello.
Recordó que las relaciones diplomáticas entre ambos países se están normalizando con la llegada al poder en Colombia de Gustavo Petro, un paso, según Cabello, para que la Justicia binacional “pueda comenzar a funcionar”.
Aunque el oficialista no nombró a nadie directamente, aseguró que existen varios dirigentes opositores viviendo en Colombia que serán juzgados en ambos países.
“Todo es cuestión, pues, de voluntad política”, subrayó.
El considerado número dos del chavismo explicó que la Fiscalía, la Cancillería y otros “organismos competentes” de Venezuela ya están “haciendo las reuniones pertinentes para que esta gente que tiene cuentas pendientes con la Justicia venga a rendirlas”.
“Tengo la impresión de que la Justicia colombiana va a comenzar a actuar ahorita (...) por eso es que ya no queda ninguno, se desaparecieron. Tú preguntas dónde están y nadie se atreve a decir dónde están (pero) el largo brazo de la justicia les va a llegar”, añadió.
La semana pasada, la Fiscalía venezolana ratificó la continuidad de una investigación penal contra 23 personas acusadas por usurpación de funciones, legitimación de capitales y asociación para delinquir, luego de haber sido nombradas como parte de una directiva paralela de la petroquímica estatal Monómeros, con sede en Colombia.
El control de la empresa, filial de la estatal petrolera Pdvsa, está en pugna entre el Ejecutivo de Maduro y el opositor Juan Guaidó, a quien Colombia