Un total de 16 cuerpos han aparecidos en bolsas en diferentes localidades de Bogotá, puntos estratégicos para la banda criminal Tren de Aragua que busca quedarse con el control territorial y las rutas de microtráfico y, para eso, infunde miedo entre los habitantes y los miembros de otras organizaciones delictivas que quieren desplazar.
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Las autoridades identificaron que este grupo, después de tantos estudios y seguimientos a patrones comunes entre cada caso, logró implantarse en la capital del país a través del terror. Ellos, en su mayoría, son delincuentes que llegaron desde Venezuela con el fin de “matar a los ‘prestados’, delincuentes de otras organizaciones, que son secuestrados y brutalmente ‘triturados’ para meterlos en bolsas, como sello criminal”, explicó Semana.
Su entramado empezó en 2021 y no fue en Bogotá, sino en Villa del Rosario, Norte de Santander, donde las autoridades ubicaron a los primeros miembros de esta banda y capturaron a dos de ellos.
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La Fiscalía ha detectado que, en Bogotá, esta banda ya logró el control de localidades como Mártires, Kennedy, Bosa, Usme y la más difícil e importante de todas: Santa Fe. Sin embargo, en Suba no logró ingresar debido a la fuerte resistencia que le hicieron ‘Los Paisas’.
Sin embargo, en el centro y sur de la capital, sumando a Soacha, el ‘tren’ domina el microtráfico.
“Cuando llegan a Bogotá, empiezan a trabajar con colombianos, especialmente en la distribución de drogas. Ahí se comunican con Venezuela y, textualmente, dicen que los colombianos son muy bobos para el negocio”, dijo una fuente de inteligencia a El Tiempo.
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Según el director seccional de fiscalías en Bogotá, José Manuel Martínez, el modus operandi de este grupo se ha replicado por meses.
“La evidencia fílmica que se recopiló coincide con los hallazgos forenses sobre la violencia, el modus operandi de la organización, sumamente complejo, que lleva a una violencia exacerbada sobre las personas por una pugna. Esta organización está plenamente identificada como estructura criminal”, dijo Martínez a Semana.
En palabras de la fuente de inteligencia, “se apoderan de toda la localidad y empieza a sacar a sangre y fuego, con amenazas, a los colombianos de esos puntos de venta, los desplazan y se adueñan del territorio”.
Las autoridades creen que en algún momento las bandas desplazadas por este grupo intentarán retomar el control de sus zonas y en ese momento se vivirá otra dura ola de violencia en la capital, razón por la que se preparan para atacarlos y para eso ya lograron la captura de dos de sus líderes: alias Alfredito y el Capi.
