La defensa de la diseñadora colombiana, Nancy González de Barberi, había solicitado a través de un recurso de habeas corpus, la libertad de su clienta bajo el argumento de error procesal durante el allanamiento y detención el pasado 8 de julio, en una lujosa casa ubicada en la ciudad de Cali.
Sin embargo, el Juzgado 30 Administrativo del Circuito Judicial de Bogotá, negó este requerimiento y la procesada deberá seguir recluida en la cárcel El Buen Pastor, mientras se adelanta el trámite correspondiente frente al pedido de extradición por parte de Estados Unidos.
“No ha sido objeto de detención ilegal, desaparición, tratos crueles o incomunicada por parte de las autoridades, y tampoco acredita que haya solicitado la libertad ante el fiscal (...) No es posible concluir que se encuentra privada ilegalmente de su libertad”, indicó el despacho.
A González, se le acusa de enviar de manera ilegal al país norteamericano, artículos de marroquinería elaborados con pieles de babillas, caimanes, serpientes, entre otras especies en peligro de extinción. “Introdujeron a suelo estadounidense productos producidos a partir de especies protegidas de vida silvestre, en violación de la ley federal, enriqueciéndose así con la venta de los productos de contrabando en el país”, dice la acusación (indictment) que reposa en una corte del sur de la Florida contra ella, John Aguilar y Diego Mauricio Rodríguez.
Según la Fiscalía, los acusados contactaban a ciudadanos del Valle del Cauca y al aparecer, los convencían para que transportaran los bolsos, carteras y demás artículos, hasta ese país. Y ante cualquier pregunta de las autoridades nacionales o internacionales, dijeran que se trataba de obsequios para familiares o amigos.
Te puede interesar: Fiscalía archivó investigación contra ‘Caya’ Daza y Víctor Hugo, por caso de la ‘Ñeñepolítica’
Sin embargo, su destino final eran para tiendas lujosas y exposiciones reconocidas internacionalmente como la Semana de la Moda en Nueva York. “En la investigación se estableció que cada viajero supuestamente recibía tiquetes aéreos y 600 dólares para su manutención en Estados Unidos”.
