A poco menos de un mes para que Iván Duque termine su mandato son más los colombianos que cuentan los días que quedan que los que expresan que extrañarán al presidente saliente. Ni siquiera dentro del uribismo se ha escuchado mención al respecto.
Y es que Iván Duque saldrá de la Casa de Nariño con uno de los porcentajes de desaprobación más altos. La más reciente encuesta, hecha por Datexco, reveló que el mandatario saldrá con un 63 % de desaprobación en su administración, mientras que solo el 28 % lo aprobó.
La medición de Datexco, publicada por W Radio, indicó que la imagen de Iván Duque es negativa en un 60 % y positiva solo entre el 31 % de los encuestados.
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¿Por qué le fue tan mal? Hay muchos errores que analistas han resaltado y que a lo largo del tiempo se pudieron verificar, como la ruptura del uribismo, la derrota en las urnas y el triunfo de la izquierda en las elecciones presidenciales.
Pese a que Duque, de los presidentes más jóvenes que ha tenido el país, hizo una labor destacable en temas como el manejo del sistema de salud y la vacunación durante la pandemia, la rápida recuperación económica que nos ubicó en el puesto número uno en Latinoamérica, y el tratamiento a la población migrante, al parecer los lunares fueron más grandes.
Pocos recordarán que, tras pasar meses de su posesión los analistas decían que había que darle tiempo mientras le tomaba el ritmo a dirigir un país, una tarea que no es fácil para nadie.
División en el partido de Gobierno
Un año después de su posesión empezaron las divisiones dentro del partido del Centro Democrático y molestias ente los aliados del uribismo y del mismo Álvaro Uribe.
Fue en 2019 cuando el Centro Democrático “perdió bastiones como Antioquia y la Alcaldía de Medellín. En ese momento, políticos uribistas le echaron la culpa a Duque, entre otros, porque ‘gobierna con sus amigos y no con sus aliados’”, dijo La Silla Vacía en un reciente artículo.
Según el medio, tras el paro nacional esta distancia aumentó “porque no consensuó ni siquiera con él, que era el jefe de la bancada de gobierno, la reforma tributaria y luego no tuvo la autoridad suficiente para desmontar los bloqueos”.
Violencia
En los cuatro años de Gobierno el principal fracaso del presidente fue el aumento de la violencia, pese a que venía con la bandera del uribismo de “mano firme, corazón grande”. Lo que se vio al final fue un aumento en el asesinato de líderes sociales y firmantes de la paz.
Según cifras de Indepaz, desde agosto de 2018 hasta junio de 2022, fueron asesinados 930 líderes sociales y defensores de derechos humanos, además de 245 firmantes del acuerdo de paz.
El estallido social
Luego llegaron las protestas por un inconformismo generalizado entre los colombianos. Estas marchas iniciaron el 21 de noviembre de 2019, y aunque la pandemia los interrumpió, finalmente volvieron con fuerza a inicios de 2021; un paro nacional que se extendió por meses causado por una reforma tributaria abusiva y que finalmente terminó pasando factura en la economía del país or los bloqueos, además de las decenas de denuncias por violaciones a los derechos humanos, algo que puso en el ojo del huracán a Duque ante organismos internacionales.
Las polémicas de MinDefensa
Por si fueran pocas las denuncias de asesinatos, violaciones y ataques de la Fuerza pública a manifestantes, en la cartera de Defensa empezaron a salir a la luz varias polémicas que terminaron poniendo en la cuerda floja a los ministros de Duque: Guillermo Botero y el actual Digo Molano.
Botero renunció antes de la moción de censura en su contra por la muerte de ocho menores en un bombardeo del Ejército en Caquetá.
Luego, Molano se enfrentó a dos mociones de censura, por las violaciones de derechos humanos durante el paro nacional y luego por un operativo militar en Putumayo en el que murieron varios civiles, incluyendo a un menor de edad.
Estos fracasos, sumados a los errores gramaticales y salidas en falso que cometió a lo largo de su gobierno, abonaron el terreno para que el hoy saliente presidente deje la Casa de Nariño sin mucho qué celebrar.
