El sargento retirado César Lasso quien estuvo ocho años encadenado y secuestrado en la selva, bajo el poder de la guerrilla de las FARC pudo mostrar lo que denominó como “las cadenas de la humillación” durante la audiencia de reconocimiento en la JEP de este martes 21 de junio, con los miembros del último secretariado de las FARC.
“En muchas ocasiones pensaba que era mejor morir y descansar, porque las cadenas de la humillación, amarradas al cuello, atadas a un compañero policial o del ejército, nos causaron la mayor de las humillaciones”, dijo Lasso en un intenso momento de la audiencia.
Por su parte, las FARC pidieron perdón a las víctimas del secuestro, en especial a los militares, a quienes durante su cautiverio encadenaron y amarraron.
“Yo quisiera poder decir: ‘yo ordené esto, ordené aquello’. A mí no me cabe en la cabeza que nuestros mandos hayan ordenado o permitido esto. En medio de la vorágine de la guerra nos enceguecimos y nunca dimensionamos esto. Nosotros veíamos el uniforme y el fusil: no veíamos al ser humano”, dijo Rodrigo Londoño a los militares y policías secuestrados, y que narraron su historia a los magistrados de la JEP.
Y agregó que “yo nunca entendí las cadenas”, aseguró el último comandante de las FARC, y reveló que le envió una carta directamente al ‘Mono Jojoy’ pedir el retiro de las cadenas.
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“Yo se lo digo con mucha sinceridad, que nunca entendí las cadenas. A mí me dolió, las primeras imágenes que vi me parecieron lo más degradante del mundo. Incluso le escribí al ‘Mono’ si eso no era posible evitarlo. Yo me hago responsable aquí, por haber apoyado esa política, por haberla aprobado. La política del canje y por ese acuerdo de secuestro como financiación”, explicó Rodrigo Londoño.
Incluso, una magistrada interrumpió la audiencia para recordar a los miembros de las FARC, que estaban allí para comparecer por los hechos que fueron tipificados como tortura.
“Claro que es tortura. El mismo hecho del secuestro se convierte en tortura. Pero en semejante trato tan indigno. Yo he venido reflexionando y escuchando a los mismos guerrilleros que les tocó la tarea de ser carceleros, de escucharlos uno dice: es que ellos también fueron secuestrados”, concluyó Timochenko.