Las elecciones presidenciales en segunda vuelta se llevarán a cabo en el país en tres días, y los candidatos y sus fórmulas vicepresidenciales realizan sus últimas giras y declaraciones para dar a conocer sus planes de gobierno que desarrollarían en los próximos cuatro años.
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Uno de los temas que han sido tratados mediáticamente y que concierne a jóvenes y adultos, es el consumo de sustancias psicoactivas (SPA). Según datos de Échele Cabeza, en su informe del 2021, de las 2.868 sustancias que analizaron en festivales y bares, al menos el 70% fueron de MDMA, distribuidos entre éxtasis (52%) y cristales (18%); seguido por LSD (15%), tusibi (8%), cocaína (4%), 2CB o nexus (2%) y ketamina, mezcalina y DMT (1%).
Este proyecto hace parte de la Corporación Acción técnica Social, pionero en América latina y Colombia, que brinda información en reducción de riesgos y daños a personas mayores de edad que han tomado la decisión de consumir sustancias psicoactivas legales e ilegales.
De allí, que esta iniciativa esté interesada en no solo conocer, sino también cuestionar cómo Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, abordarán la política de drogas en el territorio colombiano.
Estas son sus propuestas
Por un lado, el aspirante por el Pacto Histórico, en su plan de gobierno de 54 páginas, ha planteado implementar una política de educación, prevención, tratamiento y atención de las personas con consumo de sustancias psicoactivas con un enfoque de reducción de riesgos y daños.
Asegurando también que se pasará de la criminalización del consumo, a manejarlo como un asunto de salud pública. De lo cual extendería a todo el país, entre otras estrategias, la de los Centros de Atención Médica a Drogodependientes-CAMAD ejecutadas durante su alcaldía en Bogotá.
Por su parte, Hernández, de la Liga de Gobernantes, señaló en su programa de 76 páginas, que desarrollaría “un censo de adictos a sustancias alucinógenas en clave de salud pública. Partiendo de la perspectiva de que las adicciones son enfermedades crónicas, se hace necesario cambiar el enfoque en el tratamiento y crear centros de atención para adictos. En estos centros, con el acompañamiento de profesionales expertos y la atención integral, se aplicarán procedimientos controlados de las sustancias psicoactivas a las personas adictas, evitando con ello la condición de indigencia y los riesgos que corren al tratar de conseguir sus dosis en las llamadas ‘ollas’ (...) Le quitaremos los consumidores a la droga y a las mafias del negocio”.
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Para Échele Cabeza, esta estrategia no solo demuestra desconocimiento del tema, sino que es inviable, ineficaz, peligrosa y hasta ingenua económicamente.
“Menos del 15% de consumidores tiene problemas de lo que él llama ‘adictos’ o ‘enfermos’. El 85% no tiene problemas de consumo y no están enfermos. Tratar a todas las personas consumidoras como adictas no es verdad. Hace de la excepción una regla”.
Posteriormente en una rueda de prensa en la ciudad de Barranquilla, Hernández habló nuevamente de esta estrategia y aseguró que en su gobierno entregaría “droga gratis, ya sea intravenosa, aspirada u oral, para acabar con la demanda”.
“Droga gratis a un 85% de personas consumidoras recreativas, habituales, experimentales (no problemáticas) es incentivar el consumo, haciendo perder el equilibrio entre placer y riesgo que genera autocuidado. Además, genera consumo problemático para calmar el dolor de la abstinencia”, señaló Échele Cabeza.
Asimismo la organización mencionó que “en los pocos países donde esta decisión fue tomada, se utilizan como tratamiento terapéutico de sustitución a personas que tienen graves problemas de abstinencia”.
Échele Cabeza analiza los planteamientos de los candidatos
PUBLIMETRO COLOMBIA habló con Julián Quintero, director del proyecto, sociólogo y experto hace 15 años en temas de drogas, para saber como Petro y Hernández están abordando el consumo y regulación de drogas en sus programas de gobierno.
Publimetro: ¿Qué opina sobre los planes de gobierno de ambos candidatos frente a la política de consumo de sustancias psicoactivas (SPA)?
Julián: Nosotros hemos analizado sus planes de gobierno. Por un lado, Rodolfo Hernández manifiesta algo genérico. No plantea una reforma estructural. Y no conocemos desarrollos frente a lo que plantea a nivel de ideas o propuestas. La única que hemos conocido fue la que dijo de ‘entregar droga gratis a los adictos’, lo que es una propuesta de último nivel y hay que pasar por otros puntos antes de llegar allá. De hecho estaba más claro y estructurado el planteamiento de Fajardo y la propuesta prohibicionista de ‘Fico’.
Respecto a Gustavo Petro uno ve más variabilidad en los temas: sustitución de cultivos, sentarse a conversar con otros países o la reducción de riesgos y daños. Sin ser parcial, si veo que hay una mayor experiencia pues hay expertos que están alrededor de esa propuesta.
Lo que sí hay por salvar es que este fue el último gobierno prohibicionista en la historia de Colombia y está llegando a su fin. Entonces valido que ninguno de los dos candidatos está de ese lado.
P: ¿Qué propuesta le falta a los candidatos para abordar la política de consumo de SPA en el país?
Hay una que es central y es que ninguno de los dos abordó el tema del consumo de sustancias legales. Ninguno se atrevió a hablar de los problemas tan graves que tiene el consumo de alcohol: la sustancia psicoactiva más problemática para este país en términos de convivencia, seguridad y movilidad. Ni tampoco de la regulación del mercado de la coca y la cocaína.
P: Ambos candidatos proponen centros de atención médica a consumidores, ¿qué diferencias ha encontrado? ¿Qué tienen que tener en cuenta para implementarla y que sea eficaz?
Desde la perspectiva de Rodolfo se plantea con un enfoque tradicional, paternalista, patologizante, de enfermo. Además de profundizar en un modelo de prohibición que fracasó y es desde la abstinencia.
Y lo que plantea Petro es que se trata a las personas, como estaría demandando la tendencia internacional y reforma a la política de drogas, que es desde la reducción de riesgos y daños.
P: ¿Qué diferencias hay entre “entregar droga gratis” y regular las drogas?
Cuando hablamos de lo primero, es que se está entregando la sustancia sin ningún tipo de retribución, ni de contexto o de funcionalidad. No hay nada más ingenuo que creer que entregar droga gratis, se va a acabar el narcotráfico o eliminar las sustancias.
En cambio regular las drogas es cuando el estado de manera directa o a través de terceros, fija unas pautas para la producción, venta y consumo de unas sustancias que son potencialmente nocivas para la sociedad, pero que desean seguir consumiéndolas pagando por ellas. Entonces, a partir de allí haya una retribución que pueda remediar los daños que esto pueda generar.
P: Usted ha asegurado que “debemos aprender a convivir en paz con las drogas”. ¿Por qué es importante entender esto para abordar las políticas de consumo y posible regulación o no de las drogas?
Un mundo libre de drogas es imposible. Desde la antigüedad las sustancias nos han acompañado. Hay que recobrar esa relación con las sustancias sin que nos hagan daño. Pero también sacándole el mayor potencial y aprovechamiento para el bienestar de nuestra sociedad.
P: ¿Qué beneficios traería la regulación de las drogas para Colombia?
Necesitamos regular los mercados para resolver un problema de pobreza, violencia y de corrupción. Estas dos últimas porque es lo que se genera del tráfico ilegal. Y pobreza porque podemos retornar dinero al país, en temas de educación o teniendo impacto en el sistema de salud.