En 2012 se realizó en Cartagena la Cumbre de las Américas, a la que asistió el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, junto con un grupo de 11 agentes del servicio secreto de ese país que estaban encargados de la seguridad del mandatario. Pero un día el evento se vio opacado por un escándalo sexual que protagonizó Dania Londoño.
La cartagenera fue una de las mujeres que los agentes contrataron una noche por los servicios sexuales que ofrecían. Pero todo estalló cuando Londoño reclamó públicamente que los hombres no le pagaron lo que ella cobró por su trabajo.
El hecho ocurrió en el Hotel Caribe de Cartagena de Indias, donde la mujer armó un escándalo por lo que ella llamó una estafa, pues los norteamericanos solo le pagaron 30 dólares de los 800 que le habían prometido entregar.
Este caso terminó con la destitución de varios de esos agentes y un escándalo internacional que manchó el nombre de Obama, de Colombia y de Londoño.
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“Me tocó muy duro en la vida, fui madre y padre al mismo tiempo y claro, las circunstancias me llevaron a escoger otros caminos para poder sacar adelante a mi niño. En ese momento estudiaba, también me quería superar. Yo quería salir adelante, ser mejor cada día”, contó en Caracol Radio.
Por eso, al poco tiempo ella tuvo que salir del país, dejar a su hijo pequeño por un tiempo, y refugiarse en Europa, donde vivía su madre y otros familiares. “Son de menta abierta (su familia). En España todos los días se ven casos así, similares o peores y ellos están acostumbrados a ver eso, o sea que no les impactó mucho, lo que hicieron siempre fue apoyarme”, recordó.
Poco después conoció al amor de su vida, con quien se casó y se fue a vivir a Dubai. Ahí tuvo otro hijo y de nuevo volvió a tener a su familia completa, junto a su hijo mayor. Ahora asegura que vive tranquila y se siente una mujer afortunada.
“Mi vida ha cambiado muchísimo. Ahora estoy casada. Tengo un hogar divino, me siento feliz. Me siento bendecida. Tengo mis dos hijos, mi hijo mayor de 18 años y tengo otro un bebé ‘arabito’ que tiene dos años y me siento feliz”, indicó.