El Departamento de Estado quiere que usar drones porque dice que los artefactos explosivos improvisados, las emboscadas y la vida silvestre pone en peligro al personal que se dedica a la erradicación.
De este modo, el uso de drones toman más importancia para Estados Unidos en la guerra contra las drogas y el tráfico de cocaína. El plan consiste en rociar grandes cantidades de herbicidas en un área objetivo, en donde tradicionalmente se había hecho a través de aviones pequeños y personal de erradicación en tierra. Aseguran que en Estados Unidos los agricultores usan con frecuencia a los drones para rociar pesticidas.
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“El Departamento de Estado, Bogotá, tiene un requisito para comprar sistemas de UAV de aspersión para apoyar las operaciones de erradicación en toda Colombia”, se lee en la solicitud publicada para proveedores de los equipos. Además, indica que este programa estará bajo la dirección de la Policía Nacional.
En cuanto a por qué el Departamento de Estado está buscando drones específicamente, se dice que es porque “el cultivo de coca en Colombia se mantiene en niveles récord y las operaciones de erradicación en Colombia siguen siendo peligrosas. Bogotá busca reforzar la capacidad para aumentar las tasas de erradicación de coca y minimizar el riesgo para el personal policial en el campo”, dice el documento conocido por VICE.
En otro documento, asegura el mismo medio, que se observa la ruta de vuelo de un dron en el que se establecen las áreas de rociado y que podrían hacerlo entre dos y diez hectáreas. Al parecer, sería el mismo tipo de rutas preprogramadas que utiliza la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. para la vigilancia de sus drones Predator.
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Por ahora se conoce que la convocatoria para quienes sepan manejar los drones y para quienes los puedan proveer está abierta hasta el 16 de junio.
