Este miércoles, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz -Indepaz, registró el asesinato de la lideresa social ‘Doña Tuta’ como era conocida en su comunidad cariñosamente.
Jesusita Moreno, era una reconocida defensora de Derechos Humanos de comunidades negras e indígenas. Hacía parte de la comunidad Noanamá, ubicada en Itsmina, territorio que hace parte del Consejo Comunitario General del San Juan, del departamento del Chocó. Allí propició varios acuerdos humanitarios por el respeto a la vida.
Según la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, la lideresa había recibido en múltiples ocasiones amenazas y fue víctima de atentados, así como de montajes judiciales por su rol comunitario.
Moreno, de 60 años, fue asesinada en el barrio La Floresta, de la ciudad de Cali, cuando fue atacada por hombres armados que ingresaron a su vivienda donde se encontraba departiendo con su familia en medio de un cumpleaños y le dispararon sin mediar palabra.
El Consejo Comunitario General del San Juan (ACADESAN), rechazó el hecho a través de un comunicado. “El asesinato de doña Tuta incrementa el miedo entre la población civil, lo cual puede llevar a nuevos desplazamientos forzados (masivos e individuales), así como a un empeoramiento del confinamiento. Este asesinato se presenta en un contexto de crisis humanitaria que se inició hace un año, en el marco del cual la población civil ha padecido desplazamientos forzados, confinamientos, asesinatos, desapariciones forzadas, accidentes con minas antipersonales, reclutamiento forzado y utilización de niñas, niños, y jóvenes, amenazas de muerte, humillaciones, abusos de poder, y otras agresiones contra la dignidad humana”.
La Defensoría del Pueblo, en la Alerta Temprana 001/22, ha señalado para ese capital que la intimidación por parte de los actores armados afecta los procesos sociales y de reclamación de derechos colectivos, además de silenciar los procesos de denuncia. Asimismo, indican que es preocupante la creciente actuación de los grupos locales que actúan bajo subcontratación para acciones de sicariato.
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Según Indepaz, los grupos que hacen presencia en el departamento del Valle del Cauca son: estructuras tercerizadas de Las Shotas; La Empresa y otros; ELN; Facciones disidentes de las FARC- EP; Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC); Panfletos de Aguilas Negras; EPL; Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
La Organización ha registrado desde la firma de los acuerdos de paz en 2016, 1.309 homicidios contra los liderazgos sociales y en lo corrido de este año, 82.
