¿De qué se trata el desarrollo sostenible y por qué los empresarios colombianos necesitan dar el salto hacia ese camino? Sergio Rengifo, director ejecutivo del Consejo Colombiano para el Desarrollo Sostenible (Cecodes) nos explica que llegó la hora de reinventar el capitalismo.
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¿De qué se trata el desarrollo sostenible?
Es que las empresas y las organizaciones tomen las mejores decisiones buscando un equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental a través de un excelente gobierno corporativo. Es que hagamos buenos negocios gestionando los riesgos sociales y ambientales. Estos lineamientos y esas iniciativas ayudan a que las empresas hagan acciones para lograr ese objetivo que tiene foco para que el planeta nos alcance para tener una buena calidad de vida sin sobrepasar los límites planetarios.
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¿Cómo ejecutar esa transformación en lo que ustedes llaman visión 2050?
Nosotros lo organizamos alineados a nuestra casa matriz con cinco criterios, uno es emisiones de cero, o sea cambio climático; es una realidad y también es una oportunidad del sector empresarial. El segundo tiene un foco de economía circular: cómo aprovechamos al máximo los recursos naturales y empezamos a minimizar los residuos y a darles uso. No se trata sólo de reciclar, reutilizar. El tema de alargar la vida útil de los productos. Un tercer y un cuarto punto van más alineados al capital social. Acompañamos el tema de derechos humanos y empresas. Es importante mostrarle a las empresas que deben trabajar los derechos humanos: aparte que hay que cumplirlos, es estratégico y es competitivo. Si una empresa quiere exportar a Europa y no tiene una política de derechos humanos, posiblemente el mercado se le cierra. Estas temáticas son oportunidades diferenciales de mercado. Inclusión y diversidad son un tema estratégico para el negocio.
¿Por qué hay una aparente separación de empresarios y ambientalistas?
Nosotros llevamos más de 25 años tratando estos temas. Nosotros, lo dice Brigitte Baptiste, somos los pioneros en traer el tema de la sostenibilidad a Colombia. Entonces, esta visión del 2050, lo que busca es la reinvención del capitalismo, no satanizar el capitalismo, sino demostrar que el capitalismo posiblemente no está arrojando los resultados que el mundo espera. Por lo tanto, hay que replantear: los accionistas no van a ser los únicos importantes, no hay solamente que extraer valor, sino crear valor para los diferentes grupos de interés, y los accionistas son un grupo de interés, pero las comunidades, el gobierno, los empleados también hacen parte de ese grupo de interés de las empresas. Y si las empresas quieren ser sostenibles, pues tienen que hacer una revisión del capitalismo. El segundo punto es la resiliencia; es identificar con estos desafíos globales que tenemos, es el descontento social y que los jóvenes están posiblemente protestando porque no están cumpliendo sus sueños y no ven un futuro deseable. ¿Entonces, cómo nos adaptamos a los cambios? Identificamos esas oportunidades que traen y las abrazamos para realmente ser resilientes para transformar la forma de hacer negocios en sí: nosotros transformamos empresas para mejorar vidas. Y el tercero es un enfoque regenerativo: la regeneración en las empresas tiene que ir más allá de una mentalidad de no hacer daño. Nos toca aprender a producir y a transformar los negocios, aprendiendo de la naturaleza, la forma regenerativa de hacer negocio. Hablamos un poco de de que es un tema de vanguardia y eso es lo que tiene nuestra casa matriz con los 60 capítulos en el mundo. Es maravilloso y parece que ha puesto hablar a todo el mundo sobre la sostenibilidad, pero la visión 2050 invita ya a pasar de la retórica a las acciones, porque posiblemente en muchas iniciativas hay un tema de brand washing, de lavar mi imagen diciendo que yo me alineo y no, hay que mostrarle a las empresas que la única forma de hacer negocios es este marco conceptual de la sostenibilidad. El gran desafío de las empresas es que la alta dirección esté comprometida con estos temas.
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¿Cómo convencer al pequeño empresario de apostarle a esto y de que no lo vea como un gasto sino como una inversión?
Los jóvenes no están pensando solamente en hacer dinero, están pensando en cómo hago un emprendimiento para mejorar vidas, ayudar a las personas de bajos ingresos, potencializar las comunidades… Hay jóvenes emprendedores que están haciendo muchas iniciativas dentro del marco conceptual y parte de su utilidad la están llevando para ayudar comunidades de bajos ingresos. Aquí son importantes las acciones individuales. Si yo como individuo estoy convencido de este tema, créame que ese convencimiento lo voy a aplicar en mis negocios. Para transformar la forma de hacer negocios, necesitamos tener buenos seres humanos.
¿Y seguir estos lineamientos sí marca la diferencia?
Sí, es una forma diferencial de la sociedad. No es un tema solamente de árboles y pajaritos, sino es un tema de diferenciación, de mercado, es un tema de competitividad. Entonces los nuevos emprendedores pueden fortalecer desde sectores a las grandes empresas. Porque ojo, puede que las grandes empresas no sean la mayoría de empresas, pero las grandes empresas sí contratan y le compran a muchas pequeñas y medianas. Cuando fortalecemos la cadena de valor de las grandes empresas, lo que vamos a generar es una inspiración a estas pequeñas y medianas para que adopten este marco conceptual de la sostenibilidad y vean los beneficios que trae trabajar la sostenibilidad. Aquí hay que mirarlo de una manera estratégica, de que es bueno hacerlo, que es lo lógico, que hay que hacerlo porque es estratégico y es competitivo.
¿En qué deben mejorar las empresas colombianas con respecto a la sostenibilidad?
Las empresas de diferentes sectores están bien, pero en ciertos temas falta avanzar. Fíjate que en derechos humanos, en equidad de género, hay muchas oportunidades para mejorar y cerrar la brecha para alcanzar ese 100%.