Una nueva investigación de la Unidad de Investigación Periodística del Politécnico Grancolombiano (UIP) reveló, con datos concisos, que la utilización de menores de edad migrantes en bandas de microtráfico es una realidad preocupante en Colombia. De igual manera, la nacionalidad venezolana en estos menores de edad es la que más prima en este contexto.
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La utilización de menores de edad en Colombia en estos negocios criminales ha sido un fenómeno que ha pasado de agache, tanto en la agenda pública como en los medios de comunicación. La investigación recientemente publicada aportó nuevos datos, historias, análisis y videos sobre esta problemática.
Según datos de la Fiscalía General de la Nación, entre el año 2015 y noviembre de 2021, se desarticularon 441 estructuras dedicadas al microtráfico en todo el país, de ellas 254 instrumentalizan a menores de edad. Los departamentos más afectados son Antioquia, Valle del Cauca, Caldas, Quindío y Santander.
Además, cifras entregadas por la Policía Nacional a la UIP revelan que entre los años 2015 y 2021 fueron aprehendidos en el país 29.756 menores por tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.
La Consejería Presidencial para los Derechos Humanos y Asuntos Internacionales expuso a la UIP que las familias de niños, niñas y adolescentes víctimas de este flagelo suelen tener núcleos uniparentales, caracterizados por situaciones complejas de vulneración y falta de control parental que se refleja en dificultades en el proceso de escolarización.
Adicionalmente, la nacionalidad venezolana es un aspecto difícil de ignorar, pues en los últimos seis años 418 niños, niñas y adolescentes migrantes desde el vecino país fueron aprehendidos, con aumentos significativos anuales al pasar de 2 casos en 2015 a 132 en 2021. De igual manera, se aprehendieron 7 menores de edad ecuatorianos, 2 peruanos y 2 panameños.
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Sobre este asunto de niños y adolescentes migrantes hay poca información. Sin embargo, es evidente que el interés de los grupos dedicados al narcotráfico es la identificación de la población vulnerable. Para Claudia Sánchez, directora técnica de Visión Mundial, la migración de personas venezolanas, en extremas condiciones de pobreza, es aprovechada porque representa mano de obra barata.
Es por esto que los migrantes encuentran en la dinámica delictiva una oportunidad, pero también hay casos en los que actúan bajo amenazas y otras formas violentas.
Las cifras muestran que esta problemática vienen en aumento durante los últimos años y a la sombra de las preocupaciones ciudadanas, las bandas de microtráfico han logrado aumentar su rentabilidad a costa de la mano de obra manipulable y económica de los menores de edad.
Juan Manuel Núñez, asesor de la Dirección de Política de Drogas y Actividades Relacionadas del Ministerio de Justicia explica que solo hasta 2015 comenzaron las investigaciones para entender este fenómeno, lo que infiere que las acciones en contra del mismo también van a ritmo lento. En pocas palabras, los recursos son limitados y la problemática es muy amplia, pero la investigación es clara en concluir que es necesario que el Estado desarrolle políticas integrales para combatir la política de muerte que se sigue expandiendo en calles, plaza, esquinas, cuadras e incluso en redes sociales, y que arrebata la vida digna, la esperanza y los sueños de miles de niños y niñas en el país.
La investigación con cifras, datos, análisis e historias puede ser consultado haciendo CLICK AQUÍ.
