Una particular denuncia hizo una mujer de 35 años al diario El Universal de Cartagena.
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De acuerdo al caso, la administración de un edificio, ubicado en el sector de Bocagrande, le hizo un llamado de atención, porque los vecinos se quejaron de los constantes ruidos sexuales que se escuchaban en su apartamento.
“Me tengo que quedar callada al hacer el amor porque eso no se puede repetir. Yo no estaba haciendo nada malo, estaba teniendo intimidad con mi novio en nuestra cama, en nuestra habitación”, dijo a El Universal la mujer, quien mantuvo reserva de su identidad.
“Mi apartamento está vacío, ni siquiera hemos traído el trasteo. Vinimos a pasar un par de noches para familiarizarnos con el ambiente y disfrutar la vista de la Ciénaga de la Virgen. Tenemos un par de colchones inflables y hace dos noches estaba en la habitación, haciendo el amor con mi novio, cuando suena el citófono. Pensamos, debe ser una equivocación porque nadie sabe que estamos aquí y no estamos esperando a nadie, el celador se equivocó. Mi novio contesta y vuelve a la habitación pálido, descompuesto, y me dice: que la vecina nos manda a decir que nos callemos”, contó la mujer.
Incluso detalló que ella y su novio tuvieron un altercado por el citófono con el celador que les pedía que fueran más discretos. De igual forma, la pareja contó que al día siguiente se disculparon con el portero, por entender que solo estaba haciendo su trabajo.
“Después subió la administradora, acompañada del personal de aseo, o sea, subió con público a tocarnos la puerta, a decirnos que qué era lo que había pasado anoche, que los vecinos se estaban quejando, pero la señora subió a decir que estábamos haciendo ruidos indecentes, que somos unos inmorales, que yo me tengo que callar, moderarme, controlarme, ella asumió que yo le estaba dando golpes a las paredes, me dijo que en esos estados no podía golpear las paredes”.
Y agregó que “Dios bendito, ¡qué vergüenza! No entiendo por qué tengo que ser castigada públicamente, yo soy una persona normal, nunca en mi vida he tenido problemas en los apartamentos en los que he vivido aquí y fuera del país, y jamás he tenido problema con ninguna portería, con ningún vecino, con nadie”, concluyó la afectada.
Hasta el momento la mujer anunció que no espera lograr una conciliación con sus vecinos sino que está a la búsqueda de otro apartamento para mudarse.