Chile comenzó a vacunar de manera masiva con la cuarta dosis contra la covid-19 a los mayores de 55 años, en momentos en que la variante ómicron está disparando los contagios diarios hasta cifras nunca vistas en la pandemia.
“Ómicron tiene una capacidad de contagio que ha sorprendido al mundo entero y que ha hecho colapsar los sistemas de salud de los países más desarrollados del mundo”, dijo el presidente chileno, Sebastián Piñera, quien este lunes recibió la cuarta dosis en la región sureña de Los Ríos, donde se encuentra de vacaciones.
Chile ha llevado a cabo una de las campañas de inoculación más exitosas del mundo y es uno de los primeros países en apostar por la cuarta dosis, que Israel empezó a aplicar de manera masiva el pasado 2 de enero.
Desde este lunes, los mayores de 55 años que hayan cumplido seis meses desde su anterior inyección están llamados a inocularse con la cuarta dosis, luego de que los trabajadores sanitarios y las personas inmunodeprimidas fueron inmunizadas en enero.
Marcela Ríos, una profesora jubilada de 75 años que hacía fila para vacunarse en el céntrico barrio de Providencia, aseguró a Efe que se ha mantenido “invicta de covid” hasta ahora y que se vacunará “las veces que haga falta para evitar el contagio”.
“El nieto de un amigo mío, que es negacionista, está en cuidados intensivos desde hace una semana. Deberían hacer obligatoria la vacunación”, indicó por su parte a Efe Felipe Barrios, un contable de 56 años que pidió permiso en el trabajo para acudir a inocularse en el mismo centro de salud.
¿Se ha alcanzado el pico?
La aplicación de la cuarta dosis coincide con la expansión de la variante ómicron en Chile, donde en las últimas 24 horas se registraron 73 muertos y 31.063 contagios, lo que deja el balance total desde el inicio de la pandemia en 40.060 fallecidos y 2,4 millones de infectados.
El país llevaba con la pandemia bajo control y con tasas de positividad muy bajas, en torno al 2 % prácticamente, desde el pasado agosto, pero la contagiosa variante provocó en enero una escalada de casos hasta niveles nunca vistos.
La tasa nacional de positividad en las últimas 24 horas fue del 23,6 % y del 23,3 % en la región Metropolitana, que alberga a la capital y donde viven 8 de los 19 millones de habitantes del país.
“Las cifras son esperanzadoras, todavía no hemos dicho que hemos derrotado la pandemia, pero la cifra del viernes pasado (37.468 casos) podría ser el ‘peak’ de la pandemia”, aseguró en rueda de prensa el ministro chileno de Salud, Enrique Paris.
Pese al explosivo aumento de los casos, el Gobierno no se plantea nuevos confinamientos ni el cierre de fronteras, sino la reducción de aforos en las regiones más afectadas porque la presión hospitalaria sigue siendo muy baja, con poco más de 600 pacientes en cuidados intensivos.
Chile es uno de los países con la mayor tasa de vacunación del mundo: más del 92 % de la población (19 millones de habitantes) tiene un esquema completo de dos dosis o dosis única y más de 12,5 millones de personas han recibido ya la tercera inyección.
La vacuna más usada es CoronaVac, del laboratorio chino Sinovac, aunque también se administran en menor medida Pfizer/BioNtech, AstraZeneca y Cansino, y el Instituto de Salud Pública (ISP) aprobó la semana pasada el uso de emergencia de Moderna.
“Está demostrado que quienes enferman gravemente son los no vacunados, es por eso que hacemos el llamado a completar su esquema de inoculación y evitar hospitalización”, concluyó el ministro.