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¿A qué está jugando el Partido Liberal?

Hay quienes hablan del declive de los partidos tradicionales en Colombia, y seguramente con razón. A fin de cuentas, desde la aparición de Alvaro Uribe Vélez tanto el Partido Liberal como el Conservador colapsaron frente a la imagen de un líder que armó sus propios partidos, comenzando con Primero Colombia, luego el de la U y después el Centro Democrático, llevándose con su popularidad a la gran mayoría de sus políticos y electores.

El último presidente elegido a nombre del Liberal fue Ernesto Samper en 1994 y el último del Conservador que ganó unas presidenciales fue Andrés Pastrana en 1998. Sin embargo, cuando uno va a mirar en las elecciones parlamentarias, cada uno de los dos partidos tradicionales logró casi dos millones de votos en 2018 y su poder en las regiones sigue siendo muy notorio.

El Conservador, actualmente en el poder, con Vicepresidenta y un candidato propio, David Barguil, parece estar jugando las reglas de una campaña en la que los acuerdos entre diferentes colectividades con intereses afines son la tendencia. En cambio, el Liberal no. Si bien tiene sus listas propias para el Congreso, a pocos meses de una elección presidencial muchos de sus grandes líderes están divididos, unos más cerca del Pacto Histórico y haciendo campaña públicamente por Gustavo Petro, otros esperando el momento en que Alejandro Gaviria toma el trapo rojo, y varios a la espera de que César Gaviria decida a qué va a jugar el partido que más presidentes ha tenido en el último siglo en Colombia.

“Es un jugo de escenarios. En este próximo escenario, que son las parlamentarias, el partido está jugando a convertirse en la principal fuerza política de Colombia. Aspiramos a lograr 15 senadores y 35 representantes a la Cámara”, explica Eduardo Verano de la Rosa, el único precandidato presidencial que ha mostrado interés público en ser el candidato del Partido Liberal: “Una vez que llegue a eso, el partido se convertirá en la fuerza decisoria de las siguientes coaliciones que se realizarán después de las parlamentarias”.

El “cace” con el que el Partido Liberal se quiere sentar a la mesa sería entonces entre dos millones y 2.3 millones de votos. Con eso entraría a negociar muy fuertemente en la primera vuelta, y esa es la apuesta de Gaviria. Por eso su silencio permanente, porque está viendo las apuestas de los demás.

Por el Pacto Histórico, la apuesta no pude ser más directa: necesitan al Liberal para ganar las elecciones y así lo ha dicho Petro y lo ratificó su cabeza de lista al Senado, Gustavo Bolívar, en una entrevista a La Silla Vacía: “Nosotros necesitamos del Partido Liberal para llegar a la Presidencia. Es una realidad. Dentro del Partido Liberal hay de todo, hay gente cuestionada, hay gente buena. Si nosotros pedimos que ese partido entre al Pacto Histórico, el que tiene que solucionar el problema dentro de su bancada es el partido Liberal y decirnos cuál es su candidato”.

De ahí la intensa campaña en Antioquia con líderes de esa colectividad en ese departamento, así hayan sido cuestionados, como Luis Pérez y Julián Bedoya. Pero no todos los liberales están interesados en sumarse al Pacto Histórico.

Miguel Ángel Sánchez, secretario general del Liberal, ha publicado varios trinos de respaldo a Alejandro Gaviria después de los enfrentamientos con Ingrid Betancourt en los debates de esta semana. “Mis respetos y total respaldo para Alejandro Gaviria. La señora Betancourt siempre se ha sentido de ‘mejor familia’”, dijo Sánchez en su cuenta de Twitter.

Miguel Ángel Pinto, senador liberal y gran elector en Santander, se sumó el jueves a la campaña de Gaviria y junto a él llegó uno de los pesos peados del liberalismo en los últimos 20 años: Rafael Pardo. “Quiero que Alejandro Gaviria sea el próximo Presidente de la República porque representa el cambio responsable. Su trayectoria pública y académica ha estado siempre guiada por la decencia. Alejandro es un demócrata, un liberal convencido, un transformador del status quo”, dijo el exministro y exsenador.

Ahora, la apuesta de César Gaviria por darle peso electoral al partido ganando la mayor cantidad de votos posible en las parlamentarias ha incluido darle la bienvenida en el Partido Liberal a líderes cristianos que no necesariamente están alineados con el ideario político de Gustavo Petro o de Alejandro Gaviria, lo que abre la puerta de que los votos del trapo rojo tomen un camino más hacia la derecha.

“Una vez termine el proceso de las parlamentarias, el partido convocará una de las herramientas por estatutos para definir cuál es la posición que asumirá en ese momento de la contienda, y ahí sí habría disciplina de partido”, dice Verano de la Rosa al respecto, concluyendo que es necesario que el Liberal tome decisiones de cara a las presidenciales: “No puede haber un partido político que quiera continuar en su vida sin una pretensión, sin una ambición de conquistar el poder, eso es consustancial a la esencia misma de un partido político. Tiene que aspirar a la presidencia de la República”

La cifra

2.3 Millones de votos pretende lograr el Partido Liberal en las elecciones parlamentarias del 13 de marzo. Con eso, sería un jugador determinante en las elecciones presidenciales tenga o no tenga candidato propio.

Las frases

“Nosotros necesitamos del Partido Liberal para llegar a la Presidencia. Es una realidad”: Gustavo Bolívar, senador Colombia Humana

“El partido está jugando a convertirse en la principal fuerza política de Colombia. Aspiramos a lograr 15 senadores y 35 representantes a la Cámara. Una vez que llegue a eso, se convertirá en la fuerza decisoria de las siguientes coaliciones que se realizarán después de las parlamentarias”: Eduardo Verano de la Rosa, precandidato presidencial

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