La ONU prevé que la economía de Latinoamérica y el Caribe crezca solo un 2,2 % en 2022 como consecuencia de unos precios más altos de las materias primas y de una bajada de la demanda de China y Estados Unidos, según las proyecciones anuales que dio a conocer este jueves.
Tras un alza del 6,5 % en 2021, la organización espera que la recuperación en la región se ralentice con fuerza este año y también en 2023, cuando vaticina un crecimiento del 2,5 %.
Además de los factores externos, Naciones Unidas señala como causa de ese frenazo la retirada de medidas de estímulo y la consolidación monetaria por parte de las autoridades de la región.
El informe presentado hoy avisa también de que el crecimiento puede ser aún menor en caso de que surjan nuevas variantes de la covid-19, de que se compliquen las condiciones financieras globales o de que aumente la inestabilidad social y política en los países latinoamericanos.
Entre las grandes economías de la región, la ONU prevé este año un crecimiento del 0,5 % en Brasil, del 2,9 % en México, del 2,2 % en Argentina o del 3,7 % en Colombia.
Para 2023, vaticina un alza del 1,9 % en Brasil, del 2,2 % en México, del 2,6 % en Argentina y del 3,3 % en Colombia.
Naciones Unidas destaca que la recuperación de la pandemia está siendo muy desigual entre los países dadas las grandes diferencias en vacunación y en el margen de maniobra con el que contaban los Gobiernos.
En general, sin embargo, advierte que la crisis ha supuesto un importante frenazo a los progresos en la lucha contra la pobreza y contra la desigualdad de género en el mercado de trabajo.
Los pronósticos de la ONU son más negativos que los presentados esta semana por el Banco Mundial (BM), que calcula que América Latina y el Caribe crecerá un 2,6 % en 2022 y un 2,7 % en 2023.