La economía colombiana, que se estabilizó y consiguió niveles de crecimiento prepandémicos en el tercer trimestre de este año, se expandirá un 5,5 % en 2022 y reducirá ese ritmo al 3,1 % en 2023, según las proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Se trata del mejor resultado económico pronosticado por la OCDE para América Latina el año que viene, por delante de Brasil, cuya economía retrocederá en 2022, y de los crecimientos proyectados para México, Argentina, Chile y Costa Rica.
Este crecimiento y la recuperación económica del país, que entró en recesión en la pandemia por primera vez en dos décadas, está motivado por el consumo privado, según se extrae del Informe de Proyecciones Económicas de 2021 publicado este miércoles por la OCDE.
Desde que Colombia superó su pico más letal de covid-19 en julio de este año, y coincidiendo con el fin de las protestas masivas de mayo y junio, “la confianza del consumidor ha aumentado visiblemente en la segunda mitad del año”, destaca la OCDE en el informe.
En el tercer trimestre del 2021 la economía creció el 5,7 % respecto al trimestre anterior y el 95 % de los empleos destruidos durante la pandemia se han recuperado, y los salarios de sectores como las ventas minoristas o las manufacturas son superiores a antes de la pandemia, según el organismo internacional.
El empleo, no obstante, se está recuperando a un ritmo más lento que el crecimiento económico y solo se conseguirá llegar a tasas de ocupación y empleo prepandémicas a mitad de 2023.
La inflación, que en lo que va de año se sitúa en el 4,58 %, se mantendrá por encima del 3 % en 2022 y comenzará a verse reducida en 2023.
“A pesar de este contexto (de crecimiento económico), la inflación en el precio al consumidor ha aumentado y excede el umbral de tolerancia alrededor del 3 % del objetivo de inflación”, alertó la OCDE.
La política monetaria “ha reaccionado al aumento de la inflación con la retirada de estímulos significantes”, dice la OCDE, que pronostica que los intereses de cambio subirán al 4 % en 2023, aunque las proyecciones están sujetas a una “incertidumbre sustancial”.
Además, la OCDE recuerda que el próximo Gobierno colombiano que asuma en 2022 tendrá que implementar nuevos cambios fiscales para mejorar estos problemas de capacidades adquisitivas.
De hecho, para cerrar la brecha creada por la pandemia en la pobreza en el país, la desigualdad y el mercado de trabajo informal se necesita “más gasto (público) en protección social, salud y educación”, lo que da la “oportunidad” de reformar el sistema fiscal -de nuevo- para mejorarlo, dijo la OCDE.
El organismo también propone una “revisión significante” del sistema de pensiones que amplíe coberturas y reduzca la pobreza de la tercera edad.
“La tendencia de recuperación tan fuerte actual está proyectada que se ralentice en 2022 y 2023″, adelantó la OCDE, que considera que en los dos próximos años el consumo privado y la inversión seguirán siendo los principales motores del crecimiento, incentivados por el apoyo fiscal.
Sin embargo, las condiciones fiscales pueden ser menos favorables en los años venideros, según la OCDE que también advirtió que el ritmo de vacunación de Colombia es inferior al de otros países de la región, lo que puede influir en la economía.
Las exportaciones e importaciones serán las que más aporten al Producto Interior Bruto (PIB) en 2022, con el 10,9 % y el 10,6 %, respectivamente, seguidas del total de la demanda nacional (6,6 %), consumo gubernamental (6,2 %) y el privado (5,6 %).
En 2023, se espera que las exportaciones e importaciones sigan impulsando la economía, pero a menor ritmo (6,9 % y 6 %, respectivamente), pero la formación bruta del capital fijo aumentará al 6,5 % y el gasto gubernamental decrecerá (-1,4 %).