Se trata de Andrea Esperanza Valdez, quien denunció que fue abusada sexualmente en varias oportunidades por dos guardias del Inpec en Medellín, por lo que quedó embarazada. Ya tiene siete meses de gestación y cuenta que los sujetos intentaron hacerla abortar.
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Valdez le contó a Noticias Caracol, que los guardias habrían orquestado un complot para forzarla a que abortara.
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Mujer que denunció abuso sexual y que quedó en embarazada rompió el silencio
Andrea se refirió al quedar embarazada luego de los abusos y dijo que es “Una desolación, un dolor grande, sentí una sensación muy extraña, horrible, porque, hombre, quedar embarazada por una violación”.
Todo sucedió durante el 2024 en la cárcel El Pedregal, en la capital antioqueña, en donde, según cuenta Andrea, el negarse a colaborar para ingresar droga a la cárcel, al parecer, con complicidad de la guardia, le generó las represalias.
Se quisieron aprovechar de que ella no recibía visitas desde hacía años porque su familia vive en Bogotá y no tenía dinero para desplazarse, por lo que le pidieron que autorizara la entrada de emisarios de esa organización. Sin embargo, Andrea se negó y denunció ante organizaciones sociales que velan por los derechos de las internas.
“Utilizaron a las internas, a mis compañeras, a otras privadas de la libertad, para que me rayaran la cara y me cortaran el cabello como retaliaciones a esas denuncias que yo había instaurado al interior de ese establecimiento”, contó.
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Luego contó que en la madrugada del 29 de agosto se registró el abuso sexual: “Entra un dragoneante, robusto, alto. Y, como le digo, yo pienso que es una raqueta o algo y no. Sencillamente él entró, no sé si a saciar su deseo carnal o no sé qué es lo que tenía en la mente esa persona para hacerme eso. Me levanto y pues yo tenía un top y el pantalón del pijama. Ya él me toma el brazo y me tira al planchón, allá es un solo planchón con la ducha y todo. Me tapa la boca, yo empiezo a gritar fuertemente, pero como le digo, eso es un lugar muy desolado, nadie lo puede escuchar a uno, cierto. Y me quita el pantalón de la pijama, ya, me penetra, me hace esa maldad, abusa de mí”, cuenta.
El otro hechos sucedió el 11 de octubre cuando fue trasladada de urgencia a sanidad luego de que la hallaran desmayada en su celda.
“Yo sí sentía los síntomas porque sí sentía mucho mareo, mucha debilidad, pero yo lo asociaba con ese estado emocional en el que yo estaba pasando”, contó, pero aunque le hicieron exámenes no le entregaron los resultados.
Sin embargo, un dragoneante le llegó con una prueba de embarazo casera y salió positiva. Luego a través de un almuerzo le suministraron un abortivo.
Por ahora se espera las acciones de los directivos, que han guardado silencio.