El clima político en Medellín se ha intensificado tras las recientes declaraciones del exalcalde Daniel Quintero, quien afirmó que un helicóptero sobrevolaba su residencia con la intención de vigilarlo. En respuesta, el actual alcalde, Federico Gutiérrez, calificó estas afirmaciones de “desesperadas” y meramente como un intento de distraer la atención de los problemas legales que enfrenta Quintero.
PUBLICIDAD
Lea también: Tras denuncia de Daniel Quintero, Policía negó que hubiera un helicóptero siguiéndolo
En un video compartido en su cuenta de X, Quintero afirmó: “Aquí estoy y no le tengo miedo”, mientras mostraba imágenes del helicóptero que según él, estaba enviando la Alcaldía para espiarlo. Sin embargo, Gutiérrez aclaró que el vuelo del helicóptero formaba parte de las operaciones rutinarias de monitoreo de la Policía, desestimando así cualquier insinuación de acoso.
El alcalde fue contundente al señalar que las acusaciones de Quintero solo reflejan una estrategia de distracción. “Cómo le parece el bobo? Mi mamá a mi toda la vida me decía que no había nada más peligroso que un bobo con iniciativa. Es que lo primero que hay que decir aquí es que el país no entiende y la ciudad no entiende, cómo ese tipo todavía sigue libre después de que robó a Medellín; esa es la única realidad”, afirmó Gutiérrez en una entrevista con Néstor Morales en Mañanas Blu.
Gutiérrez también sugirió que Quintero podría estar proyectando sus propios temores al pensar que el helicóptero tenía un propósito específico en su contra. Además, hizo un llamado a su predecesor a no “hacer el ridículo” con denuncias sin fundamentos.
Esta controversia no solo resalta la fricción entre los dos mandatarios, sino que también pone de manifiesto un trasfondo de acusaciones de corrupción que persigue a Quintero. La situación plantea interrogantes sobre la transparencia en la gestión pública y cómo estas tensiones pueden afectar la percepción de la administración municipal.
Mientras la ciudad de Medellín observa este enfrentamiento, Gutiérrez se mantiene firme en su posición, reafirmando que su administración no está involucrada en ninguna acción de vigilancia injustificada. La política en la capital antioqueña sigue siendo un campo de batalla de acusaciones y defensas, donde los ciudadanos buscan claridad y respuestas sobre la gestión de sus líderes.