El 18 de agosto, un juez de control de garantías decidió imponer detención domiciliaria a Ximena Martínez Jaramillo, de 37 años, en relación con el asesinato del médico barranquillero Wilson Royero Díaz, ocurrido en Anzá, Antioquia. Martínez, quien es auxiliar contable, es la principal sospechosa del crimen, que ha conmovido a la comunidad local. Ximena Martínez se declaró inocente en el caso de homicidio simple.
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De acuerdo con la Fiscalía, el incidente se originó durante una discusión entre Martínez y Royero. En medio de la riña, Martínez habría utilizado un arma cortopunzante para agredir a su pareja, resultando en heridas graves. Royero, de 26 años, fue trasladado de urgencia al hospital de Anzá, donde lamentablemente falleció debido a la gravedad de las lesiones sufridas.
Martínez Jaramillo, que presentaba una “lesión en el rostro” al momento de su captura por parte de la Policía Nacional, ha sido imputada por homicidio simple. Sin embargo, la acusada se declaró inocente y alegó que actuó en defensa propia. La situación ha generado un intenso debate, ya que la versión de Martínez difiere de la presentada por la Fiscalía y la familia de la víctima.
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La familia de Wilson Royero organizó un plantón este miércoles, antes del sepelio del médico, para exigir justicia y llamar la atención de las autoridades sobre el caso. Durante la manifestación, los familiares y amigos de Royero expresaron su dolor y su demanda por una investigación exhaustiva que esclarezca los hechos y se haga justicia.
Según informes de las autoridades, el ataque habría ocurrido en la madrugada del 18 de agosto, en un supuesto episodio de celos. Royero Díaz fue llevado al ESE Hospital San Francisco de Asís en Anzá, donde trabajaba, pero falleció alrededor de las 4:30 de la mañana. El joven médico, antes de perder la vida, informó a los galenos y a un auxiliar de Policía que había sido apuñalado por su pareja, según declaraciones de su madre, Rosemary Díaz, al portal Zona Cero.
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El alcalde de Anzá, Juan Guillermo Hincapié, lamentó profundamente el fallecimiento de Royero, quien había estado trabajando en el hospital local durante los últimos cuatro meses. “Nos unimos al dolor que embarga a su familia, amigos y colegas en este momento tan difícil”, expresó el alcalde, subrayando la conmoción que ha causado el trágico suceso en la comunidad. La detención domiciliaria de Martínez Jaramillo ha sido una medida controvertida, y el caso continúa siendo objeto de atención y análisis por parte de las autoridades y la opinión pública.
