La familia del médico barranquillero Wilson Eduardo De Jesús Royero Díaz enfrenta una situación devastadora tras el presunto asesinato del joven profesional, presuntamente a manos de su compañera sentimental en el municipio de Anzá, Antioquia. El trágico suceso ocurrió la madrugada del 18 de agosto, cuando Wilson, de 26 años, fue presuntamente apuñalado en el pecho durante un altercado que, según se informó, se originó por un acto de celos de su pareja, Ximena Martínez.
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Rosemary Díaz Meza, madre de Wilson y enfermera jefe en el Hospital Niño Jesús de Barranquilla, recibió una videollamada de su hijo alrededor de las 3:16 a.m. En ese breve contacto, Wilson, visiblemente angustiado y con el pecho ensangrentado, le dijo: “Mamá, me estoy muriendo”. Según relató Rosemary, Ximena le arrebató el teléfono a su hijo durante la llamada, afirmando que “se había caído”, antes de cortar la comunicación.
Desesperada por la situación, Rosemary intentó volver a contactarse sin éxito. Desde su lugar de trabajo en la Clínica San Diego de Barranquilla, logró que la policía en Anzá se movilizara para atender a su hijo. Un oficial le informó que Wilson estaba siendo atendido en el hospital ESE Hospital San Francisco de Asís, donde también trabajaba, y que había sido apuñalado por su compañera sentimental. Aunque le aseguraron que estaba estable, el panorama cambió rápidamente.
A las 4:00 a.m., Rosemary recibió una llamada del oficial informando que su hijo estaba en estado crítico y que lo estaban reanimando. Poco después, su hija fue notificada de la muerte de Wilson, quien sufrió un paro cardiaco durante el traslado. Antes de fallecer, Wilson alcanzó a decirle al médico que lo atendía y al patrullero de la Policía que Ximena lo había apuñalado.
La familia de Wilson Royero exige justicia, y la Policía logró capturar a Ximena Martínez. En la audiencia de legalización de captura, Martínez afirmó haber actuado en defensa propia, lo que deberá ser investigado por las autoridades. Rosemary Díaz sostiene que su hijo, a pesar de no ser violento, fue víctima de maltrato por parte de Ximena, quien era diez años mayor. “Ella se aprovechó de la situación de mi hijo. Pido apoyo para que se haga justicia. Wilson era muy noble y respetuoso”, expresó Rosemary.
Wilson había trabajado en Anzá durante los últimos cuatro meses y anteriormente había prestado sus servicios en Salgar, también en Antioquia. Su trágica muerte ha dejado un profundo dolor en su familia, amigos y colegas. La Administración Municipal de Anzá, encabezada por el alcalde Juan Guillermo Hincapié, lamentó el fallecimiento de Wilson a través de un comunicado en redes sociales, destacando su dedicación y compromiso con la salud de la comunidad. “Su dedicación y compromiso con la salud de nuestra comunidad siempre serán recordados con gratitud y respeto”, expresó la Alcaldía, enviando condolencias a su familia en este difícil momento.
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El caso ha conmocionado a la comunidad, que espera que las autoridades aclaren los hechos y que se haga justicia por la muerte del joven médico, cuya vida fue truncada de manera violenta y repentina. La familia de Wilson, mientras tanto, se prepara para darle el último adiós en Barranquilla, donde será velado, y continúan exigiendo que el caso se investigue a fondo y que los responsables paguen por lo ocurrido.
