Medellin

Indígenas de Ituango identificaron los daños que les causó el conflicto armado para trazar su reparación

La comunidad del resguardo Jaidukamá alista su plan de reparación colectiva.

Indígenas de Ituango recibirán reparación
Reparación de indígenas en Ituango (Cortesía)

Más de 400 indígenas del resguardo Jaidukamá se preparan para diseñar un plan de reparación colectiva por los daños del conflicto armado de los que fueron víctimas mientras habitaban las montañas de Ituango, al igual que por las actuales amenazas que han recibido en su territorio, su comunidad y sus tradiciones.

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Después de varias jornadas y ejercicios de retrospección se logró la caracterización de casi 25 años de hechos victimizantes y afectaciones sociales, económicas, culturales. Además, de los efectos por lo enfrentamientos entre la guerrilla de las FARC y los grupos de autodefensas. Así como la intimidación de nuevos grupos y de las disidencias que permanecen en esta zona del norte de Antioquia.

De acuerdo con el diagnóstico de la Unidad para las Víctimas, los indígenas emberá katío eyábida, que significa “habitantes de la montaña”, fueron afectados por la perdida de familiares que fueron asesinados, muertes por minas antipersonal, desplazamientos forzados, secuestros, confinamientos, pérdida de bienes y amenazas.

Leonardo Domicó, uno de los líderes de esta comunidad, dijo que “somos víctimas de la violencia, hubo muchos sufrimientos, muertos y tuvimos que desplazarnos (año 2021) y perder cultivos, animales, artesanías y nuestra identidad”.

La comunidad indicó que temen por los peligros en uno de los resguardos más apartados de Antioquia, con más de 1371 hectáreas y a donde se llega después de un desplazamiento por trocha desde Ituango al corregimiento La Granja y, desde allí, 10 horas de camino en mula atravesando los valles, altas montañas con escarpados peñascos y ríos.

Uno de los principales peligros son las minas antipersonal que fueron instaladas en la zona. “Por las minas antipersonal no hay tranquilad para movilizarse en las montañas a conseguir material para las artesanías, ni cultivar la comida o salir de cacería o pesca como antes. Por eso es tan necesario el desminado”, agregó Leonardo sobre las consecuencias que han sufrido por los enfrentamientos entre los grupos armados.

Uno de los principales temores de las mujeres son cuando deben caminar para buscar los bejucos para elaborar las artesanías y los canastos que vendían en Ituango y en los municipios cercanos y con los que logran aportar a la economía de las familias.

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Los jaibanás, curanderos y guías espirituales, expresaron que tienen restricciones para llegar a los sitios sagrados y realizar sus rituales en nacimientos de ríos, quebradas y las montañas altas, entre otros lugares.

“Estamos muy limitados y en riesgo de perder nuestra cultura, por eso necesitamos que se haga un desminado en nuestros territorios para tener un buen vivir”, agregó Fabián Domicó, el gobernador del resguardo.

Reparación para los indígenas con enfoque étnico

Después de aceptar participar en el programa de reparación colectiva a cargo de la Unidad para las Víctimas, los indígenas emberá buscan concertar soluciones para el mejoramiento de sus viviendas, la salud, la educación, la seguridad alimentaria y los proyectos productivos.

El líder Leonardo Domicó dijo que: “lo que queremos es que la reparación colectiva mejore la calidad de vida, que haya más seguridad y que no haya más conflicto y más minas en este territorio. Y que podamos disfrutar las riquezas de nuestras tierras y conservar nuestra identidad propia”.

Por su parte, la directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Antioquia, Claudia Patricia Vallejo Avendaño, dijo que: “la reparación se deberá hacer con un enfoque diferencial étnico y con medidas concertadas con la comunidad indígena para restituir los derechos vulnerados y mejorar sus condiciones de vida, pero considerando sus tradiciones y cultura”.

En la reparación colectiva estarán involucrados la Alcaldía de Ituango y la misión de verificación de la ONU en Colombia.

En la Unidad prioriza para su reparación colectiva a 78 comunidades campesinas, afrocolombianas, indígenas, población LGBTI y organizaciones sociales afectadas por la violencia. En Ituango la implementación se realizará en los corregimientos El Aro, La Granja y Santa Lucía.

La frase

“Lo que queremos es que la reparación colectiva mejore la calidad de vida, que haya más seguridad y que no haya más conflicto y más minas en este territorio”, líder Leonardo Domicó.

Las cifras

Más de 400 indígenas del resguardo Jaidukamá se preparan para diseñar un plan de reparación colectiva por los daños del conflicto armado.

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