Este martes, 19 de diciembre, se conocieron las denuncias de abuso sexual y violencia en las Siervas del Plan de Dios, una comunidad de mujeres que dicen ser llamadas por Dios para consagrarse a Él mediante la plena disponibilidad para el apostolado, y así ayudar a los más necesitados y de la que hacen parte ‘las monjas rockeras’. Los hechos habrían ocurrido en El Carmen de Viboral, Antioquia.
Carmen de Viboral es un municipio localizado en la subregión Oriente del departamento, que es conocido como la Cuna de la cerámica artesanal, ya que en su territorio alberga varias fábricas productoras de cerámica, además de la buena reputación que estas tienen.
De acuerdo con El Tiempo, en dicha comunidad se cometieron todo tipo de abusos psicológicos, torturas y sexuales a las mujeres que hicieron parte.
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Siervas del Plan de Dios denunciaron abuso sexual y tortura en Colombia
Según la investigación del diario, este tipo de escándalos ya habían sido conocidos en el 2022 en Perú, (país en donde nació la congregación), y en Chile, otro de los países a donde se ha extendido. Ahora se conoce que Colombia hace parte de la lista.
Las monjas que hacían parte de esta comunidad, eran cuidadosamente seleccionadas por sus directivas, que se fijaban en la capacidad económica de las familias. Se dieron a conocer mundialmente porque en el 2014 formaron el grupo musical Siervas y con sus hábitos negros vestidas de pies a cabeza interpretaban las canciones con violines y baterías, por lo que se convirtieron en estrellas del pop religioso.
Así fue como se convirtieron en las ‘monjas roqueras’, como se empezaron a conocer, y recorrieron diferentes países con la música.
Sin embargo, una joven de un país suramericano que llegó a las Siervas, a los 17 años, denunció que padeció múltiples agresiones en el Hogar Santamaría, ubicado en la vereda Aguas Claras, de El Carmen de Viboral y que la comunidad administraban.
De acuerdo con el diario, se trata de una casa campestre que se encontraba dentro de una especie de conjunto residencial. La exsierva aseguró que le aniquilaron la razón y el espíritu, la torturaron psicológicamente, la sometieron a duros oficios domésticos y a obedecer sin derecho a abrir la boca. Sin embargo, lo peor fue cuando su consejera y su superiora la obligaron a que las acompañara a su habitación.